El campo sigue mirando a un cielo que esta semana está dejando algo de una lluvia esencial para el sector primario. En la Cooperativa Olivarera Los Pedroches, Olipe, no son ajenos a una realidad que marca el futuro de una campaña de recogida y recepción de aceituna que comenzó hace unos días y que no habla de grandes previsiones. Con el gerente de Olipe, Jesús García-Arévalo Rojas, abordamos lo que se espera de una campaña 2022/2023 en la que las previsiones hablan de una molturación de 2-3 millones de kilos de aceituna cuando la media de la cooperativa se sitúa en torno a los 7-8 millones de kilos. No obstante, si se cumplen las previsiones «no podremos hablar de un año excesivamente malo, porque hemos tenido campañas donde no se ha llegado al millón de kilos», explica el gerente.
Eso es lo que se espera desde el punto de vista de la producción, aunque se siguen mirando las previsiones meteorológicas porque algunos litros de agua en este mes de noviembre podrían permitir que «la aceituna que hay se recoja». La necesidad de lluvia se circunscribe a este mes porque «hay muchos estudios que determinan que el aceite que tiene la aceituna no va a variar a partir de finales de noviembre, no va a generar más, por eso es importante que llueva en este mes». Mientras el trabajo en el campo se intensifica, también lo hace en una cooperativa donde se sigue apostando por la filosofía del pago por tramos y bonificar a los socios que entreguen antes el fruto porque «buscamos un aceite de calidad que es el que nos va a permitir diferenciarnos en el mercado». Así, la aceituna mejor pagada es la que se entrega antes del 30 de noviembre; hay un segundo tramo del 30 al 18 de diciembre; y, finalmente, un tercer tramo de pago al que se acogen los socios que entregan la aceituna después de esa última fecha.
«Es una forma de pago que aplico Juan Antonio Caballero hace más de una década, se empezó a aplicar una política de pago que posteriormente siguieron muchas cooperativas», señala el Jesús García-Arévalo. Un sistema que mira por la calidad del aceite y «está comprobado que hasta mediados de diciembre casi todos los aceites son virgen extra, a partir de esa fecha empiezan los virgen».
Producción ecológica y convencional y mano de obra
Lo «corto» de la campaña de aceituna también se reflejará en los porcentajes de producción ecológica y convencional ya que cuando la campaña baja las diferencias se reducen. Así, en la última campaña donde la producción se sitúa en torno a los 2-3 millones de kilos, la 2014/2015, esa distribución fue del 60 por ciento para producción ecológica y el 40 por ciento para la convencional. No obstante, hay dudas a este respecto porque «muchos socios nos comentan que hay aceituna ecológica y ya sabemos que las matemáticas no se pueden aplicar al campo». La cooperativa suma a través de sus socios 14.500 hectáreas con 12.300 hectáreas (84 por ciento) de superficie ecológica, 1.650 hectáreas (11,5 por ciento) de superficie convencional, 600 hectáreas (4 por ciento) de superficie agricultura integrada y 40 hectáreas (0,25 por ciento) de superficie de agricultura biodinámica.
La reducción de la campaña también tendrá su repercusión en la mano de obra ya que el olivar de sierra genera muchos puestos de trabajo que este año se verán reducidos al bajar la producción, aunque el principal problema es «encontrar esa mano de obra, cada vez es más complicado». Una problemática «compartida» por otras zonas como recalca el gerente de Olipe por lo que muchas veces el trabajo se queda en manos de propietarios, familia o «gente que se pide las vacaciones para la campaña de la aceituna».
Mercado
Esa es la situación más cercana al campo, pero hay otra y es la del propio mercado con unos precios al alza que hablan de subidas continuas con subidas en los contratos de un 30-40 por ciento algo que «para el socio es muy positivo, pero no lo es tanto para el consumidor porque creemos que habrá una bajada en el consumo». El ascenso de los precios en el mercado habla de una subida en el aceite de oliva virgen extra de 3-3,50 euros en enero de 2022 y ahora acercándose a los 5 euros.
Un producto que desde hace unas semanas se puede adquirir de forma más directa y fácil en la tienda de Olipe, una decisión que desde la cooperativa señalan como «muy acertada porque hemos abierto las puertas a la gente, no hace falta ya que entren al edificio interno, era un punto negativo que teníamos y el balance no puede ser más positivo porque está abierto al pueblo, es un escaparate y creo que la fachada ha sido un acierto», remata el gerente de Olipe haciendo referencia a ese mural que capta la esencia del olivar de sierra de Los Pedroches.
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