Alcaracejos acoge estos días, mañana jueves es la última función, la representación de ‘Los Coloquios de la Infancia de Jesús’ con un público que responde a pesar del frío. En la noche del martes el frío hizo combinación con una niebla que dio otro ambiente a un escenario que se llenó de música desde el primer minuto. La historia, con poco que contar más allá de lo conocido, deja, sin embargo, otras connotaciones que el público aprecia a o largo de la hora y media de representación.
Esas connotaciones empiezan con la música, que consigue envolver a las diferentes escenas de un ambiente donde el baile también aparece. Jotas donde el color se impone con faldas y atuendos dignos de ser reconocidos. Pero hay otro punto a tener en cuenta, esas jotas encuentran ese relevo generacional que se pierde en otras partes de nuestro entorno. Y es que ‘Los Coloquios’ encuentran en la gente joven un puntal incuestionable y eso no deja de ser importante, sentirse parte de las tradiciones de nuestros pueblos es algo a tener en cuenta y poner en valor.
El escenario, la Plaza de Los Pedroches, también es digno de mención con los diferentes ambientes, entre el portal, las posadas y el palacio de Herodes donde la danza también cobra protagonismo al inicio de la representación, danza con tintes orientales y que desafía al intenso frío. Alcaracejos, en definitiva, se reencontró con unos ‘Coloquios’ que son parte de sus señas de identidad y que unen de manera colectiva a todo un pueblo.
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