El Domingo de Ramos volvió a lucir en todo su esplendor en Pozoblanco, atrás quedaron los años de la pandemia y de la post pandemia y ya sin restricciones los borriquitos y las hebreas pisaron fuerte las calles pozoalbenses. El epicentro, como no podía ser de otra manera, volvió a concentrarse en la Plaza Padres Salesianos. El recorrido tuvo momentos emocionantes como el vivido en la Plaza de la Iglesia, a las puertas de Nuestro Padre Jesús Nazareno, lugar donde también se concentraron muchos mayores usuarios de la residencia.
Emocionante fue también la entrada de nuevo a la iglesia de María Auxiliadora, esa vuelta a casa que se envuelve en los abrazos de quienes volvieron a ver completar un Domingo de Ramos, el inicio de una semana que se dejó ver en las calles, abarrotadas de gente durante las horas de la procesión.
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