El descenso del Pozoalbense Femenino a la cuarta división del fútbol femenino -Primera Nacional- invita a mirar a la historia de un equipo que un día fue el máximo representante, por nivel de competición, del deporte de Los Pedroches. Ese hecho también invita a mirar hacia el futuro y saber qué decisión toma la junta directiva sobre el proyecto futuro, sus objetivos y si los mismos pasan por volver a la élite o porque las jugadoras de la comarca sean las protagonistas e ir paso a paso. La cuestión económica es fundamental y ahí todo apunta a que quedará una travesía por el desierto para recuperar cierta entidad a nivel deportivo.
Sin embargo, el descenso no puede dejar atrás una historia que habla de un Pozoalbense Femenino que antes de conformarse como equipo vivió al amparo de la Escuela de Fútbol Base de Pozoblanco. Luego, llegó el patrocinio de Espectáculos Doble A, la apuesta por jugadoras de la comarca de Los Pedroches de la mano de entrenadores como Vidal Caballero y Manuel Galán, Mané, Eusebio Calero o Alberto Dueñas. Fue precisamente este último entrenador el que consiguió el hito de ascender al equipo a Segunda División en un partido que se disputó el Manuel Polinario de Puente Genil y que midió a las pozoalbenses con el Puerto la Torre. Un choque que finalizó 3-1 y donde los goles de Loba y Andrea Fernández (2) dejaron al cuadro vallesano en la plata del fútbol femenino español.
Aquella primera temporada en Segunda División, la 2017/2018, se jugó de la mano de Miguel Pizarro y Miguel Ángel Cebrián en el banquillo acabando en un undécimo lugar. Una vez finalizada la temporada, en junio de 2018, tomó las riendas del proyecto un viejo conocido, Manuel Fernández, con un presupuesto que rondaba los 100.000 euros y que buscaba ascender al Olimpo del fútbol femenino español. Lo tuvo en su mano algunas temporadas después, concretamente, en la 2020/2021 cuando el equipo jugó la fase de ascenso Iberdrola con un equipo que todavía mantenía a gente de la casa pero donde los apellidos internacionales también copaban protagonismo. Sin embargo, no hubo suerte en la fase de ascenso después de cerrar una excelente temporada y el equipo se quedó sin recompensa y hubo cambio de ciclo.
La situación económica varió, también por el golpe de la pandemia, y la temporada 21/22 en Reto Iberdrola pasaba por mantener la categoría con un plantel muy renovado desde el banquillo, bajo la dirección del argentino Ariel Montenegro. El técnico no finalizó la temporada y fue sustituido en el mes de febrero por Antonio Serrano ‘Chico’, que no pudo completar el objetivo por lo que el equipo descendió a Segunda Federación -tercera categoría nacional-. Al inicio de la presente temporada Sergio Galisteo, hasta entonces segundo de Chico, se hizo con las riendas del equipo pero en diciembre de 2022 Manuel Fernández volvió para salvar a un equipo con el que conoció las mieles del éxito, pero con el que no pudo repetir números.
Y es que los guarismos del Pozoalbense de este años son los que son, seis partidos ganados -dos de ellos sin jugarlos frente al descendido Santa Teresa- frente a dos empates y 21 partidos perdidos. 72 goles en contra y 29 a favor son otros de los datos que explican que el Pozoalbense haya perdido la categoría a falta de una jornada para la conclusión de la liga. El descenso de categoría, al igual que no borra la historia del club, tampoco lo hace la aportación de jugadoras como Loba, Juani Torres, Soraya, Victoria Arévalo, Inma, Andrea Fernández y tantas otras que han vestido la elástica blanquilla y que fueron de plata y llegaron a soñar con ser de oro.
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