En 1993, por una filtración al diario «El País», supimos que la zona norte de la provincia de Córdoba era susceptible de albergar un Cementerio Nuclear de Alta Actividad (AGP). Con residuos radiactivos de España pero también de otros países. Entonces, me encontraba en Sudamérica donde trabajaba en proyectos forestales y movilización campesina. He trabajado en estos proyectos durante 13 años, alternando con mi trabajo para la Junta. A la vuelta, me convocaron a una reunión con alcaldes de distintos partidos del norte de Córdoba y, para mi sorpresa, me propusieron coordinar el movimiento anti-cementerio nuclear.

Quiero mostrar todo mi respeto por aquellos alcaldes de entonces; que todos por igual, con un compromiso de comarca, entendieron que no debía ser un político quien liderara la plataforma sino un movimiento ciudadano, evitando así confrontaciones con otros signos.

Fueron claves, personas como Manuel Gómez de Villaralto y Antonio Vigara de Belalcázar con ideas muy claras sobre la comarca, los alcaldes de Espiel, Peñarroya, Villanueva del Duque -donde teníamos nuestra sede-, Torrecampo, Hinojosa, Alcaracejos, El Viso, Pozoblanco, Villanueva de Córdoba, Cardeña, etc.  Y una persona muy especial, el sacerdote Juan Antonio Medrán ,»el cura de El Viso». Que no solo animaba a la defensa y a la lucha por las comarcas en sus homilías, sino que se convirtió en un buen amigo y un apoyo en los momentos difíciles. 

El equipo de la plataforma lo conformó una plantilla de gente buena y entregada. Personas de distintos pueblos que supieron desarrollar su cometido de una forma increíble. 

Creo que nada se mueve si no actuamos con corazón, por grande que sea el problema. Basta que un sólo alcalde hubiese firmado a favor del proyecto y el cementerio se habría puesto en su término. Si se hubiese llevado a cabo su instalación con una vida radiactiva de 240.000 años, la zona norte de Córdoba seleccionada por el granito y su baja densidad demográfica, simplemente habría desaparecido del mapa. Habría muerto social y económicamente. El tema del agua es grave pero si esto hubiese llegado a ocurrir, simplemente no estaríamos aquí.

Las cuestiones políticas son demasiado importantes como para dejarlas en manos de políticos que actúan a demanda. Nuestra zona, lamentablemente, no tiene ningún interés político; no somos “votos” como para arrinconar a ningún gobierno ni para que se interesen por nosotros. Considero que se hizo lo correcto, crear un frente común ante un problema y su solución, llevando a cabo una acción preventiva por delante de la paliativa.

 

Terminó el problema y La Plataforma, y sus miembros desaparecimos

 

Fue complicado; charlas y charlas, entrevistas, mil reuniones, enfrentamientos con Enresa, organización de 43 coordinadoras locales en 4 comarcas (Córdoba, Ciudad Real y Badajoz) pero la gestión, transparente y el hilo con la población, partidos, políticos, empresarios y medios de comunicación, no se perdió en ningún momento. 

Es de agradecer también a Greenpeace que nos facilitara reuniones en distintos ministerios y que los carteles de las manifestaciones aparecieran en las series de moda en televisión. Hubo mil detalles bonitos en la población y una entrega absoluta. Recuerdo ahora, el himno “venceremos” que el grupo «Jara y Granito» hizo para la plataforma. Ponía el vello de punta por su fuerza. 

Se llevaron a cabo cinco manifestaciones, la primera en 1996 y la última en el año 2000. Somos una zona ganadera, agrícola y envejecida. Nadie podía imaginar el éxito de la plataforma. Tanto que nuestro “método de movilización ciudadana”, fue utilizado en Francia, Alemania y Japón, asistiendo representantes de similares movimientos a nuestras convocatorias y participando nosotros en las suyas. Recibimos varios premios y el reconocimiento a nivel nacional e internacional.

Afortunadamente el proyecto se paralizó, no le quedó otra al gobierno. Cambió su plan de gestión de residuos. Los que fueron nuestros enemigos, “valoraron” nuestro trabajo y junto a una compañera, nos propusieron participar como ponentes en el Senado en la elaboración de la Ley de Gestión de Residuos Radiactivos, hoy en vigor.  Terminó el problema y La Plataforma, y sus miembros desaparecimos. Nadie aspiro a ningún tipo de protagonismo, tanto que es la primera vez que hablo de esto después de más de 20 años.

El problema del agua debe ser similar en su gestión.

Todos deben entender que, en el mejor de los escenarios, NO TENDREMOS AGUA POTABLE EN EL GRIFO ANTES DE TRES AÑOS. El trasvase de Puente Nuevo, nuestra única solución; entre trámites, expropiaciones, adjudicaciones y construcción, supone años. Hay un extra, una empresa eléctrica de Portugal (EDP), tiene un proyecto de placas solares sobre la lámina de agua de Puente Nuevo, donde va a invertir 400 millones de euros y puede condicionar el uso del pantano. 

Por una cuestión de física de suelos, Sierra Boyera tardaría años en recuperarse -ojalá me equivoque-. Lo explico en un ejemplo, imaginad una piscina con una enorme esponja seca, muy seca, de un metro de grosor que ocupa todo el fondo. Puedes echar muchísima agua a la piscina, pero sólo te podrás bañar cuando la esponja absorba suficiente agua, esté completamente empapada y, entonces, se empiece llenar la piscina. El suelo de Sierra Boyera, en este momento, es esa enorme esponja. A esto hay que sumarle que vivimos un espacio de sequía y cambio climático, por lo que serían necesarios varios años seguidos de abundantísimas lluvias para que el suelo del pantano se empapara y, posteriormente, almacenara agua.

Y, una vez conseguida el agua potable, necesitaríamos mucho tiempo sin poder beberla hasta que nuestras tuberías y depósitos se descontaminaran.

Vivimos un momento propicio. La agenda 2030 promulgada por Naciones Unidas, recoge en dos de sus 17 capítulos, el apoyo y defensa de las zonas rurales; dando importancia al establecimiento de la población rural por su valor como productores primarios y al agua de calidad, su uso sostenible y saneamientos, en el capítulo seis. 

Creo en los movimientos sociales. En este momento, formo parte del Consejo de «Greenpeace España» y vemos cómo los movimientos ciudadanos funcionan con éxito en todo el mundo. Y mientras llega esa creación de plataforma, si llega, no tengamos miedo a decirle a los alcaldes, cuando sea necesario, que no tienen ni idea de lo que hacen y recordarles lo que deben hacer. Recordarles la diferencia entre DISPONIBLE Y ABUNDANTE. Podremos llegar a disponer de agua pero nunca será en abundancia.

El ayuntamiento, debe ser ejemplar en su ahorro y evitar su contaminación. Dar ejemplo pero por desgracia, no ocurre. Antes que alcaldes son personas y el hecho de ser alcalde no le dota de más inteligencia o resolución; igual al ser presidente de la Junta o del Gobierno central. Nada va a cambiar si no hay presión ciudadana. Hablo de ahorro de agua como, también, del error de autorizar macro-granjas, etc. 

Creo que hay que actuar de una forma radical; en el sentido etimológico de la palabra, yendo a la raíz. Es obligatorio pensar que todos tenemos nuestra parte de culpa y dejar de inventar excusas o pretender justificar lo injustificable. La situación urge y no puede ser más evidente. Olvidarnos de la polarización en la que vivimos, evitar esa estúpida pelea entre izquierdas y derechas, y trabajar unidos. Es difícil resolver el problema del agua potable, si seguimos ensuciándola.

 

Hay un concepto equivocado de “economía circular” en Los Pedroches; no se puede tomar algo de la naturaleza y devolver basura. Intentemos que sea realmente circular

 

Es perentoria una adecuación de todas las depuradoras de la comarca, hoy obsoletas e inútiles, y una exigencia a Covap por su relación con el sector. Conozco bien la situación y son muchas ganaderías que deben implantar medidas correctoras con urgencia y dejar de verter a ríos y arroyos. 

Hay un concepto equivocado de “economía circular” en Los Pedroches; no se puede tomar algo de la naturaleza y devolver basura. Intentemos que sea realmente circular. Para algunos, aplicar un uso “sostenible”, por desconocimiento, les asusta pero por su eficiencia y rentabilidad, la comarca sólo comenzará a despegar cuando se aplique esta forma de actuar.

Si hubiésemos hecho las cosas bien, no tendríamos que corregirlo todo ahora, ni gastar el pastizal que se está gastando y que se tendrá que gastar, hasta conseguir un desarrollo ambientalmente sostenible. Por favor, no podemos agotar los recursos del planeta en unos pocos años, intentemos dejar a los que vengan detrás, un mundo mucho mejor que este o al menos igual.