El voluntariado de Cruz Roja ha intensificado las llamadas telefónicas a más de 2.500 personas mayores en toda la provincia, para conocer su estado de salud y ofrecerles una serie de consejos básicos ante la ola de calor que se vive estos días en Córdoba.
Dichas llamadas –para las que se da prioridad a personas que viven solas- se realizan a través del servicio de Proximidad Local, que la institución humanitaria tiene en funcionamiento tanto en Córdoba como en las asambleas de Baena, Hinojosa del Duque, Lucena, Peñarroya-Pueblonuevo, Priego de Córdoba, Pozoblanco, Palma del Río, Puente Genil, Rute y Villanueva de Córdoba.
El centro de contacto encargado de coordinar todo este programa cuenta con agendas personales de los usuarios y usuarias, esto es, una base de datos en la que se almacena información sobre quienes requieren una especial atención por su situación de riesgo, enfermedad o vulnerabilidad.
De este modo, la iniciativa persigue no solo proporcionar información sobre cómo afrontar las altas temperaturas evitando riesgos para la salud, sino también detectar posibles casos de malestar de personas por el calor y activar, en el caso de que sea necesario, a los servicios de emergencia.
Como se recuerda en la campaña que Cruz Roja pone en marcha cada año cuando llega la temporada estival, los problemas de salud asociados a las altas temperaturas pueden evitarse con medidas muy sencillas, como beber abundantes líquidos, refrescarse la cabeza, usar un abanico, vestir con ropas ligeras o evitar las comidas copiosas y pesadas.
Además, el voluntariado de la entidad continúa estos días con el reparto de 300 ventiladores entre personas mayores que viven solas y familias en situación de vulnerabilidad, que viene realizando desde finales del pasado mes con financiación de BP en el marco del Plan ‘Cruz Roja Reacciona’.
Asimismo, durante todo el verano, la organización adapta su atención a las personas sin hogar en la ciudad, con la incorporación en los lotes de comida que distribuye en las salidas nocturnas de su Unidad de Emergencia Social (UES) de productos frescos como gazpacho.
Además, para minimizar los estragos causados por la canícula, las personas sin hogar pueden recurrir, en el marco del programa ‘Ola de Calor’, tanto a la casa de acogida municipal como a la Casa Libertad de la Fundación Prolibertas, donde pueden ducharse, merendar, cambiarse de ropa y pasar las horas en zonas de descanso.
Y es que el calor intenso puede tener una serie de efectos negativos sobre nuestra salud como debilidad, fatiga, dolor de cabeza, falta de apetito, insomnio o calambres, y son especialmente preocupantes para colectivos más vulnerables como la infancia o las personas mayores. No en vano, un tanto por ciento importante de la accidentabilidad de las personas mayores se debe a mareos y lipotimias.
Por ello, Cruz Roja anima a la ciudadanía a seguir estos consejos para evitar los posibles riesgos asociados. Entre otros, las insolaciones producidas por los fallos que en el mecanismo de la sudoración acaba provocando las temperaturas muy elevadas durante un periodo de tiempo prolongado.
Además de la edad, otros factores de riesgo añadido son las enfermedades del corazón o respiratorias, las demencias, la obesidad o la ingesta de medicamentos y alcohol. La institución humanitaria recuerda que, en caso de encontrarse mal por el calor, se debe parar la actividad que se esté haciendo, buscar un sitio fresco y pedir ayuda.
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