El coordinador provincial de Izquierda Unida, Sebastián Pérez, ha expresado su «preocupación» por la negación de la contaminación en el pantano de La Colada por parte del presidente de la Diputación provincial y el gobierno andaluz. Pérez considera que este negacionismo es un peligro que «pone en riesgo» la salud pública y el medio ambiente del norte de la provincia.
El pasado 28 de septiembre, recuerda el coordinador, la Diputación de Córdoba y la Junta de Andalucía anunciaron un plan de choque para eliminar las algas que contaminan el pantano de la Colada, con un coste de aproximadamente cuatro millones de euros. En dicho anuncio, afirmaron que la producción de la contaminación en el pantano tiene un origen natural, algo que «es incierto y se sitúa en una peligrosa realidad paralela».
Sebastián Pérez considera que la negación de la contaminación por parte de los responsables políticos del PP es «inaceptable». «Es sorprendente que se niegue la contaminación del pantano, así como la contaminación de los suelos y acuíferos de la comarca», afirmó Pérez. El coordinador provincial de Izquierda Unida también señaló que, tras diferentes análisis realizados, existen «evidencias científicas» de que la proliferación de algas y cianobacterias es consecuencia de los vertidos contaminantes por nitratos, fosfatos y purines.
Las analíticas del agua de La Colada recogen que la contaminación por arsénico o por plaguicidas tiene que ver directamente «con los vertidos de agua contaminada y con la contaminación de los suelos y acuíferos». «Las algas no son las responsables de la presencia de arsénico ni plaguicidas en el pantano, sino más bien el agua que llega ya contaminada al embalse», explicó. Esta contaminación, añade, es la «causante de la proliferación de algas, que, a su vez, desencadenan un proceso de eutrofización, que reduce los niveles de oxígeno en el agua y que provoca la muerte de plantas y peces en el ecosistema acuático».
Por otra parte, entre los tratamientos aportados por la administración provincial y autonómica está la oxidación con dióxido de cloro, que como bien ha apuntado la plataforma «Unidos por el agua» puede generar productos tóxicos y perjudiciales para la salud. «El arsénico y los plaguicidas no se eliminan con dióxido de cloro. Además, los contaminantes farmacéuticos (como antibióticos , etc…) que pueden alterar el sistema inmune y el endocrino de los seres vivos, incluidos los humanos, tampoco se elimina con este tratamiento y, para ello, es necesario la ósmosis inversa, que elimina: metales pesados, pesticidas, bacterias, virus, y carbono orgánico total», apuntó. En este sentido, Pérez destacó las sanciones impuestas por la Confederación Hidrográfica del Guadiana desde los años 90 debido a la contaminación en el pantano de la Colada.
Por eso, Pérez insta a las autoridades a «reconocer» la necesidad de depurar las aguas residuales antes de que lleguen al pantano y a asumir su responsabilidad en la gestión adecuada de esta situación. «Es esencial eliminar las fuentes de contaminación y garantizar que el pantano pueda proporcionar agua potable de calidad a la población», enfatizó Pérez. Finalmente, Sebastián Pérez subrayó la «importancia de utilizar métodos de tratamiento adecuados, como la ósmosis inversa, para garantizar la eliminación de contaminantes y asegurar la salud de los habitantes de la comarca».
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