Por María Vera Bustos
Señor presidente de la Junta de Andalucía, quiero pensar que usted cree estar haciéndolo lo mejor que puede y por eso está tan orgulloso de esta publicación. Pero me gustaría exponerle algo.
Llevamos desde primavera sin poder usar agua, correcto. Pero no es algo que ocurrió sin preverse. Quiero decir, que se podían haber puesto las medidas oportunas para no vernos en esta situación y juraría, que se podría haber hecho algo en mayo, junio… Y no empezar a hacer el paripé (que ya es algo) en diciembre cuando la gente se ha puesto en huelga de hambre por lo insostenible de la situación. En diciembre ya tenemos el pelo lleno de mierda, los platos con manchas, la salud física y psíquica temblando y la paciencia te podrás imaginar.
Llegado a este punto, me gustaría remarcar algo que considero importante. No está viniendo en nuestro auxilio, querido presi, está haciendo su trabajo por el que cobra mensualmente. Trabajo que llega tarde y (ya que le estoy tomando confianza, entre usted y yo), no es el mejor trabajo que se podría hacer.
Dar presupuesto para el mantenimiento de unas tuberías por la que va el agua suministrada a 80.000 personas es obligatorio. Y con respecto a la potabilizadora, usted y yo sabemos que lo que propone no es una solución definitiva sino un «parchecito» para que nos conformemos y dejemos de dar por saco. Porque si fuera definitiva, no necesitaríamos que cayeran 300 litros en un mes. A ver, señor presi, le soy sincera, si cayera esa cantidad de agua en mi tierra, no creo que tuviéramos tanto problema, ¿no cree?
Bueno, para ir resumiendo que dudo yo que tenga tanto tiempo para leer a una ciudadana con lo ocupado que debe estar auxiliando Andalucía. Necesitamos que se siente en la mesa del agua que fue creada en su momento, dialogue y llegue a soluciones, con el resto de administraciones a las que compete este problema, definitivas. No queremos más auxilios, queremos su profesionalidad. No queremos pan para hoy y hambre para mañana, queremos agua hoy, mañana y siempre. Agua para nuestros abuelos/as, padres, amigos/as, hijos/as, nietos/as y los que vengan detrás de ellos/as.
No creo que sea tan difícil ni tanto lo que estamos pidiendo: diálogo y consenso para una solución perpetua. Muchas gracias por su tiempo y espero su trabajo y no su auxilio.
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