Las calles de la comarca de Los Pedroches dan espacio desde hace algún tiempo a vidas de personas que lucharon por los valores democráticos, que lucharon contra el nazismo y que fueron llevados a campos de concentración. La Asociación Triángulo Azul Stolpersteine Córdoba y Jaén empezó a colocar las piedras de la memoria y, lo que tiene aún mayor valor, rescatar del olvido la vida de esas personas de Los Pedroches que dieron su vida por la democracia y la libertad. 

Los actos de colocación de estas piedras o ‘stolpersteine’ han contado muchas veces con familiares de los homenajeados, pero hay veces que la reconstrucción es compleja. En el año 2021, Belalcázar acogió la colocación de la ‘stolpersteine’ de Tiburcio Vigara Carrasco, fecha en la que la asociación no pudo encontrar a familiares de este deportado. Ese vacío se ha acabado este verano cuando Mari Carmen, sobrina nieta, y Claudia, sobrina bisnieta, pudieron viajar hasta Belalcázar para ver el recuerdo de su familiar. 

En su viaje a tierras pedrocheñas, la familia estuvo acompañada por miembros de la asociación Stolpersteine, de la que formarán parte a partir de ahora, y ambas partes pudieron hablar de la historia de una familia muy castigada durante la guerra y la dictadura franquista. Juntos limpiaron la placa en homenaje a Tiburcio Vigara cerrando, de alguna forma, el círculo de la memoria a través de la reconstrucción. 
 
La historia de Tiburcio Vigara Carrasco
 
Tiburcio Vigara Carrasco nación el 9 de agosto de 1912 en la calle San Pedro de Belalcázar. Hijo de Antonio Vigara Regidor y Antonia Carrasco Castellano llegó a Mauthausen el 26 de abril de 1941, aunque casi cuatro años después recuperó su libertad siendo liberado. Como tantos otros españoles, la muerte fue lejos de sus raíces, concretamente, en París el 21 de febrero de 1990.