Peñarroya-Pueblonuevo ha sido la localidad elegida para la celebración de una asamblea que trabaja por el cierre de El Cabril. Esta asamblea congregará a organizaciones ambientales, políticas, sindicales y sociales, tanto de la provincia de Córdoba como de otras zonas de Andalucía, como la Sierra Norte de Sevilla y Extremadura. El objetivo es hacer frente a la amenaza que representa el cementerio nuclear de El Cabril.
Peñarroya-Pueblonuevo y Hornachuelos son, dentro de la provincia de Córdoba, las localidades más afectadas por el cementerio nuclear de El Cabril, motivo por el que se ha elegido Peñarroya-Pueblonuevo para esta asamblea. Según Guillermo Contreras, representante de los colectivos que impulsan está acción, esta nueva etapa de movilización se centrará en la reivindicación de la oposición a su ampliación y cierre definitivo de El Cabril. Las organizaciones convocantes presentarán mociones en ayuntamientos, diputaciones y la Junta de Andalucía, además de instalar mesas informativas y organizar actividades formativas en las localidades cercanas al cementerio nuclear.
Contreras ha subrayado que «no queremos energía nuclear ni civil ni militar» y ha insistido en desmontar lo que considera «la gran mentira de la energía nuclear», señalando que la construcción y mantenimiento de las centrales nucleares, así como la gestión de los residuos, tienen un enorme coste ambiental. «La energía nuclear es sucia en emisiones de gases de efecto invernadero y viene acompañada de ocultismo, secretismo y mentira», ha sentenciado.
El portavoz también ha denunciado que el negocio de la energía nuclear no se limita solo a la producción, sino también a la construcción de las centrales y al mantenimiento de los cementerios nucleares durante miles de años. «¿Quién va a estar cuidando esos cementerios nucleares dentro de 80.000 años?», se ha preguntado Contreras, aludiendo al peligro que supone la radiación de alta intensidad durante cientos de miles de años. Durante la asamblea del día 26 se abordarán, entre otros temas, las alternativas propuestas para la gestión de los residuos nucleares, como los almacenes temporales individualizados, aunque Contreras ha dejado claro que «las organizaciones ecologistas no somos quienes tenemos que ofrecer soluciones a un problema que nunca debió existir».
Además, se discutirá la situación actual de la energía nuclear en España y el cierre progresivo de las centrales nucleares, con especial énfasis en El Cabril. En la última parte de la asamblea, se organizarán grupos de trabajo para perfilar las futuras movilizaciones que seguirán a esta convocatoria.
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