Fue el colofón al I Encuentro por Los Pedroches y fue también su punto fuerte. El reconocimiento a personas anónimas, también a algún colectivo, cumplió con el objetivo de la iniciativa: hacer comarca. Fue imposible no emocionarse con las intervenciones de algunos de los reconocidos. «Estoy muy nerviosa», decía Amparo Rísquez de Añora, aunque quizás la persona que mejor ejemplificó lo que pasaba por la mente de muchas de esas personas llegó con las palabras de Dolores López (Villanueva del Duque) cuando dijo: «Me cayó en susto». Hizo referencia al momento en el que le comunicaron que se le iba a dar un reconocimiento por su aportación a la vida de su pueblo y, por extensión, a la de toda la comarca. 

Ese susto pudo ser un sentimiento común porque quienes fueron reconocidos lo hicieron por su contribución de manera altruista al colectivo, a través de su implicación en la vida de sus respectivos municipios. Con compromiso, sin alardeos, sin llamar la atención, por el simple hecho de mantener vivos sus pueblos y la colectividad en los mismos. La emoción se palpó en cada uno de los reconocimientos, aunque también hubo espacio para la reivindicación como la realizada por José Ruiz cuando dijo que el triunfo llegará cuando «en Cardeña se hable muchísimo de Belalcázar y en Belalcázar se hable muchísimo de Cardeña». Reivindicación tuvo también la intervención de Teresa Dueñas (Acuide) al apostar por «hacer músculo con la sociedad civil para contrarrestar los abusos y excesos de la administración». Mientras, solo tres alcaldes veían esos reconocimientos desde un auditorio que se quedó pequeño. 

Se puede hablar de una entrega de reconocimientos algo larga y se le pondrán poner otros peros, pero el objetivo se consiguió: la comarca se miró así misma a través de su gente y su gente reivindicó el territorio. Como dijo la magnífica conductora del acto, Cati Escribano, sobre el escenario hubo «buena gente de Los Pedroches». Estamos tan acostumbrados a que el éxito se le valore al que se marcha que se nos olvida que, a veces, el éxito también puede estar en quedarse y mantener con vida nuestros pueblos. Las dos caras estuvieron representadas porque ‘Unidos por el agua’ tuvo bien en reconocer a María José Llergo, que subió emocionada al escenario aplaudiendo a quienes le precedieron y entendiendo que sin ellos esta tierra sería otra. 

Quedaron escritos hace unos días, pero es de justicia volver a escribir sus nombres: José López Navarrete (Alcaracejos), Amparo Rísquez Benítez (Añora), José Ruiz Cañadas (Azuel), las hermanas Clarisas del Convento de Santa Clara de Belalcázar, Antonio López Merchán (Cardeña), Antonia Castillejo Cañada (Conquista), Jonathan Ruiz Fernández (Dos Torres), Antonio Luque Pérez (El Guijo), José Rafael López (El Viso), Enriqueta Plaza Chaves (Fuente La Lancha), Espiri Peñas Castillejos (Hinojosa del Duque), Isabel Fernández (Pedroche), Acuide (Pozoblanco), Paco y Juan Romero Molina (Torrecampo), Alicia Rojo Vicente (Santa Eufemia), Alfonso Muñoz Carmona (Venta del Charco), Paco Martos (Villanueva de Córdoba), Dolores López Muñoz (Villanueva del Duque), Rafael Herrero (Villaralto). Un recuerdo para José Luis Blasco y una mención especial para María José Llergo. Todos ellos fueron reconocidos por una misma cosa, su defensa de Los Pedroches.