La Comisión Electoral de la RFAF proclamó el pasado domingo a Pedro Antonio Curtido Naranjo como presidente de la Real Federación Andaluza de Fútbol, al ser el único candidato presentado en cumplimiento del artículo 20.6 del Reglamento Electoral de la RFAF y el artículo 47.5 del Decreto 41/2022, de 8 de marzo, de la Junta de Andalucía. El único candidato recibió más del 95 por ciento del apoyo del fútbol andaluz y viene a sustituir al pozoalbense Pablo Lozano, que presentó su dimisión el pasado mes de diciembre. 

El nombre de Pedro Curtido sonó desde que se conoció la dimisión de Lozano ya que aunque éste aludió a motivos personales para defender su adiós, hubo voces que señalaron una rebelión interna movida desde tierras gaditanas por el apoyo de Lozano a Salvador Gomar como presidente de la Federación Española de Fútbol y que perdió ante Rafael Louzán. 

Pedro Curtido nació en Rota (Cádiz) en 1978 y su vida ha estado vinculada desde siempre al fútbol, primero como futbolista, con una larga trayectoria de profesional, y más tarde como gestor en deportes y directivo. Es titulado en Dirección Deportiva de Fútbol por la Universidad Juan Carlos I y entrenador de fútbol con titulación de UEFA B. Ha trabajado durante varios años en la dirección de la Delegación de Deportes de Chipiona, localidad donde reside actualmente, y de ahí dio el salto a la Real Federación Española de Fútbol, donde fue designado técnico territorial para Andalucía occidental.

Su trabajo en la RFEF le hizo merecedor de asumir el cargo de presidente-delegado de la Real Federación Andaluza de Fútbol en la provincia de Cádiz hace cuatro años. Futbolísticamente no es alguien desconocido en la comarca de Los Pedroches ya que en su dilatada carrera defendió la elástica del CD Pozoblanco en la temporada 2007/2008. 

Queda ahora en el aire la influencia que tendrá esta designación en una comarca, la de Los Pedroches, que ha sido sede de numerosos campeonatos durante la presidencia de Pablo Lozano haciéndose fuerte en el fútbol playa con hasta dos campos -El Viso y Alcaracejos- y otro en cartera, el de Pozoblanco.