La XX Fiesta de la Matanza y de la Artesanía Popular, que se celebró ayer viernes en Villanueva de Córdoba, se erigió como la mejor forma de reivindicar la cultura andaluza desde la perspectiva de una tradición con un potente arraigo en toda la Comunidad Autónoma. «La matanza representa una parte importante de nuestro ser como andaluces, pore so es una parte de nuestra cultura que es tan importante preserver y transmitir a las generaciones que vienen y que cada vez tienen menos posibilidades de vivir este acontecimiento», expresó el alcalde, Isaac Reyes, en el acto institucional.

Antes, a partir de las 11:30 horas, comenzó el ritual de despiece del cerdo. Un grupo de matarifes y de matanceras se encargaron del procesado del animal, un 100%  ibérico de bellota de 150 kilos criado en las dehesas jarotas. Poco a poco los ‘mataores’ fueron trazando surcos en la canal de la res y separando mondongos, jamones, lomos, costillas, tocinos, presas, secretos, careta, orejones… todo aprovechable para curado, embutido, asado o cocinado en guisos.

Casi en paralelo, desde las 10:00 horas, se organizó  una ruta de senderismo guiada por el Club Amigos de la Dehesa. También a las 11:30 horas comenzó el mercado de artesanía y gastronomía con demostraciones diversas. Junto a esta actividad organizó una exposición de manualidades por parte de la Asociación de Mujeres Nuevo Amanecer y una exhibición de bolillo realizada por Encajeras jarotas.

Conforme avanzó la mañana, el recinto de la fiesta se fue llenando para degustar los platos matanceros, sobre todo parrillada y molondrosco, que este año correspondió a las cocinas y a la atención de los bares Zona, Plaza, Los Amigos, Franmer y Cejudo. Y en este ambiente se reconoció la figura de Juan Francisco Ríos Higuera, nombrado matarife mayor a título póstumo, por lo que fue su familia la encargada de asistir al reconocimiento. Con motivo de esta XX edición también se homanejó a Daría Romero Mata, impulsora de esta fiesta, que fue la primera que se celebró en la comarca de Los Pedroches.

El alcalde, Isaac Reyes, destacó que tanto Juan Francisco Ríos como Daría Romero, desde distintas posiciones y perspectivas, «contribuyen a construir nuestra identidad  como pueblo, como comarca y, hoy especialmente, como región, por eso es tan importante reconocer a quienes hacen todo esto y más, porque son un ejemplo para todos». Reyes agradeció la implicación de todas las personas que han participado de una forma o de otra en la fiesta durante estas veinte ediciones y señaló que «no podemos permitirnos perder la sabiduría que atesoran quienes sostienen la dehesa y el sector del ibérico porque es la clave de nuestro futuro». 

Tras el acto institucional se pudo degustar un salmorejo jarote elaborado por las mujeres de la Asociación de Mujeres Nuevo Amanecer y una morcilla de lustre con tomate cocinada por usuarios del Centro de Participación Activa de Mayores.