Desde el año 2003 y cada dos años Pozoblanco celebra su Salón del Libro, una iniciativa que tiene su raíz en la Biblioteca Municipal de la localidad y que ha conseguido crecer por el trabajo de quienes conforman el espíritu del Salón, pero también por la implicación de centros educativos y asociaciones. Este año, el Salón del Libro ha abierto sus puertas centrándose en la unión entre salud y cultura entendiendo el segundo elemento como parte fundamental para un bienestar físico y, fundamentalmente, mental. Porque en las diferentes «consultas» que dan forma a este espacio la salud mental ocupa un papel prioritario.
Con la llegada del alumnado de diferentes centros educativos arrancaba hoy martes la undécima edición del Salón del Libro, después una tardía inauguración -marca ya de la casa-, y todo activado para que los visitantes se sumerjan en una propuesta que se articula alrededor de un pueblo que reconvierte a su hospital en una ‘biblihospital’ que tiene su ventanilla de atención, su sala de espera y que es el hilo conductor de toda la decoración en tonos blancos y con letras que conectan con la idea de un cómic.
De ahí se derivan todas esas consultas donde asociaciones y centros educativos plantean sus propuestas, sus talleres, sus actividades y sus opciones para sumarse a un Salón del Libro que encuentra, precisamente en eso, en la colectividad una de sus grandes potencialidades. La primera visita era la de ese alumnado, luego llegó la oficial con parte de la corporación municipal y, a partir de ahí, la de tantas personas como quieran sumarse a una amplia programación que estará viva hasta el viernes, día en el que el Salón del Libro cierre sus puertas para volver en dos años.
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