El Teatro Municipal de Villanueva de Córdoba acogió el pasado miércoles la presentación del libro «Trincheras de la República, 1937.1938. Desde Córdoba al Bajo Aragón, al destierro y al olvido» del autor local Francisco Moreno Gómez. El acto contó con la presencia de la concejala de cultura del Ayuntamiento de la localidad, Benita Martínez, y con el Director General de la Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, Luis Naranjo. Moreno también estuvo acompañado por el catedrático de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, Alberto Reig.
«Trincheras de la República, 1937-1939″ es la segunda obra de la tetralogía que ha ocupado a este doctor en Filosofía y Letras en los últimos años y llega precedido por «1936, el genocidio franquista en Córdoba». Después del libro que presentó en su Villanueva natal, la editorial «El Páramo» tiene previsto publicar «Los «desaparecidos» de Franco» y «La victoria sangrienta» con los que pondría fin a esta cadena de cuatro libros sobre este periodo histórico en Córdoba.
Antes de que el autor se metiera en «faena», las personalidades que le acompañaron en la mesa destacaron su labor y metodología a la hora de escribir. Además, destacaron la necesidad de conocer la historia y «desterrar falacias». Así, Benita Martínez hizo suya la frase de José Saramago que recoge la obra de Moreno y que dice que «somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin memoria no existimos, y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir».
Especialmente intenso fue el discurso que ofreció Luis Naranjo que apostó por la necesidad de «tener una memoria colectiva clara, algo que aún no ocurre en España porque la Guerra Civil y el posterior régimen franquista es definido por muchos como una consecuencia de la II República, como si la dictadura fuera el mal menor, un daño colateral, algo que es un mito, una mentira y una repetición de la memoria deformada». Naranjo también destacó la obra de Moreno porque «su visión local-provincial se proyecta en el Estado, el lectro no tiene solo datos localistas, sino la clave de todo lo que estaba ocurriendo en ese momento». Por último, valoró la fuerza de las fuentes orales de las que se nutre y ha nutrido el escritor. Por su parte, Alberto Reig añadió que «Francisco Moreno ha conseguido colocar a Villanueva de Córdoba en el mapa de la Guerra Civil y dejar a un lado y echar por tierra tópicos y falacias».
La visión del escritor
Tras recibir todos estos halagos, Francisco Moreno se dirigió al auditorio para explicar algunas de las claves de su última obra, que catalogó como «un esfuerzo pro recuperar los hechos bélicos del frente y también de la retaguardia. Un esfuerzo de dignificación de los combatientes y de La República».
Durante su alocución, Moreno desgranó un libro que recoge la actividad en la retaguardia, que profundiza en la batalla de Pozoblanco, que acaba con el mito de la fotografía del miliciano de Cerro Muriano de Robert Capa y que deja las fronteras de la provincia lejos para adentrarse en el bajo Aragón y en el Ebro.
Para finalizar, Francisco Moreno extrajo algunos fragmentos de su libro, los más relacionados con Villanueva de Córdoba, y los leyó ante el auditorio. En la obra aparecen, como anexos, las cifras de combatientes que cayeron en la provincia, así como los que lo hicieron en los campos de concentración nazi. Un punto que también tocó Moreno durante su exposición donde fue especialmente duro con la acogida que Europa dio a los exiliados españoles, una situación que contrapuso con la recibida por los países latinoamericanos.
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