Sorpresa la que ha dado hoy el Club Deportivo Pozoblanco desde los despachos con el anuncio de la vuelta de un viejo conocido de la afición blanquilla. Esta tarde se confirmaba un rumor que había empezado a tomar fuerza desde primeras horas del día, la incorporación del que el año pasado fuera capitán, Alberto Fernández, estaba muy cerca de cerrarse. Dicho y hecho. El jugador vivirá la que será su tercera temporada en el club vallesano del que se desvinculó al final de la temporada pasada y al que llegó por primera vez en la campaña 2007/2008.
Una campaña que no fue especialmente fácil para el futbolista de Zamora que tuvo varios encontronazos con la afición y también con algún que otro directivo, algo que, sin duda, pesó a la hora de no renovar su continuación y marcharse hasta el Atlético Villanueva. En la ciudad vecina ha venido jugando desde que el pasado verano se anunció su fichaje y con el que ha disputado cuatro de las cinco jornadas que el cuadro dirigido por Bartolomé Arévalo lleva disputadas en la Primera Andaluza.
Alberto Fernández desembarca en un equipo que necesita mucha experiencia y, probablemente, ese ha sido uno de los aspectos fundamentales a tener en cuenta para su contratación. El jugador puede ocupar la posición de pivote defensivo e incluso en el centro del campo, demarcaciones ambas para las que el entrenador del Pozoblanco, Mario Rojas, viene pidiendo refuerzos desde que iniciara la pretemporada.
En lo que también ganará el Pozoblanco, casi con total certeza, será en las jugadas a balón parado ya que Fernández es un especialista en el lanzamiento de faltas, forma en la que ha marcado más de un gol con la elástica blanquilla. El jugador, que no se ha ejercitado hoy con sus nuevos compañeros por motivos laborales, podrá debutar el domingo frente al Mairena y tomarle el pulso a este nuevo Pozoblanco, que busca revulsivos para conseguir enderezar la complicada situación deportiva por la que atraviesa.
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