Alegrón en Galicia. El Balonmano Pozoblanco ha sorprendido al Chapela a domicilio y se ha clasificado para la segunda ronda de la Copa del Rey al vencer en tierras gallegas por 29-31. Un fulgurante inicio de los vallesanos, con rentas de hasta siete goles, resultó determinante para un partido en el que los de Miguel Ángel Moriana siempre fueron por delante.

Jugando sin complejos, muy serios desde el primer momento del encuentro, el equipo de Miguel Ángel Moriana estuvo al mando desde primera hora. Tras el 2-2 inicial, los vallesanos, defendiendo muy bien y acertados en ataque, encadenaron un parcial 0-5 que les dio mucha tranquilidad en el juego. Requena era el brazo ejecutor del equipo, mientras su rival no encontraba la forma de marcar. Tanto fue así que ni un tiempo muerto del entrenador local pudo cambiar una racha de diecisiete minutos con un solo gol.

Los vallesanos, que llegaron a tener una máxima ventaja de siete tantos (3-10, m. 18), se marchaban al descanso con una muy buena renta de seis goles (8-14) tras un gol postrero de Requena, que había dejado en los minutos anteriores el protagonismo en ataque al resto de sus compañeros. Las aportaciones de Povedano, Julián Portero, Agustín Casado o Mathieu Barrere daban oxígeno al equipo.

La segunda parte debía traer el intento de reacción local, pero al 3-0 de parcial de los gallegos respondió el Pozoblanco, de nuevo con un Requena espectacular, con otro de vuelta 0-4 para devolver la máxima renta al electrónico (11-18, m. 37). A cada intento de arreón de los gallegos, que como mucho recortaban a cuatro goles, los vallesanos, solidarios e inteligentes, respondían con otra muestra de fortaleza que mantenía a raya al Chapela (20-27, m. 51). Portero asumía la responsabilidad ofensiva y el triunfo parecía muy cerca.

Complicaciones al final

Sin embargo, el cuadro vigués, alentado por su afición, iba a meterse en el partido con un parcial 5-0 en cuestión de poco más de dos minutos que no pudo detener ni un tiempo muerto de Moriana. iago Cuadrado y Óscar Silva se echaron el equipo al espalda, mientras el Pozoblanco pasó a ser un equipo irreconocible, que estuvo a punto de tirar al final el trabajo de 55 minutos. Un gol de Chema Cid dejaba la renta en el electrónico en un solo tanto (28-29, m. 58), pero Requena devolvía los dos a falta de minuto y medio. Ya en el último minuto, de nuevo Cid le ponía picante al final, pero, tras el tiempo de Moriana, Julián Portero anotaba y dejaba el partido visto para sentencia.

FICHA TÉCNICA

29.- BALONMAN CHAPELA: Lafuente, Fernando Martínez (2), González, Cid (6), Ángel Martínez, Casal (2), Cuadrado (6) -siete inicial, Domínguez (ps), Vidal(2), Silva (6), Blanco, Marco Fernández (3) y Gómez (2).

31.- BALONMANO POZOBLANCO: González, Ruiz, Portero, Requena, Santamaría, Povedano, Del Castillo -siete inicial-, Sincich, Barrere, Bustos, Casado y Ortega.

ÁRBITROS: García y Martínez. Excluyeron a Casal (2), Blanco, Cuadrado, Gómez y González, por los locales; y a Portero y Barrere, por los visitantes.

PARCIALES CADA CINCO MINUTOS: 2-3, 2-5, 2-7, 3-10, 4-11, 8-14 (descanso); 11-16, 14-18, 18-23, 20-26, 25-28 y 29-31.