El Club Deportivo Pozoblanco afronta su segundo partido liguero en una semana mañana domingo ante el Cabecense (11:30 horas) con la única idea de romper el maleficio que le viene persiguiendo desde el inicio de la liga, su incapacidad para firmar un buen partido lejos de su feudo. Después del mal inicio y haber conseguido ya una victoria y el empate del jueves ante el Coria, ahora los de Mario Rojas quieren cambiar la imagen como visitante y sumar en positivo en esas circunstancias.

La tarea no será fácil porque los blanquillos se miden a un Cabecense que es quinto en la tabla empatado a puntos con el cuarto clasificado, el Alcalá. Una situación que dista mucho de la de su rival en el día de mañana y a la que hay que sumar el poderío que el cuadro sevillano está mostrando como local habiendo perdido tan solo un partido, precisamente el último disputado y que le midió al Xerez.

Los pozoalbenses llegan con buenas sensaciones tras el buen partido firmado ante el Coria, aunque se dejaran escapar dos puntos en el tiempo de prolongación. Con todo, Rojas se mostró satisfecho del trabajo de los suyos e ilusionado con la posibilidades de hacer un papel digno ante un Cabecense que «juega bastante bien al fútbol, que es bastante contundente en su casa». De la actitud de los suyos, el técnico no dejó ver ninguna duda e indicó que «vamos a salir a muerte».

Para el partido en tierras sevillanas, el entrenador recupera a Molero que viajará tras cumplir su partido de sanción frente al Coria. Una incorporación que puede provocar que Rojas vuelva a situar a Fran en el centro del campo y deje el eje de la defensa para Paleta y Molero, algo que ya hizo en el partido contra el Mairena con muy buenos resultados. El que también será de la partida será David Carmona, ya que su expulsión en el último choque no se hará efectiva hasta la semana que viene por no haberse reunido el Comité de Competición por ser festivo.

Así las cosas, Rojas puede contar con el jugador y tan solo se caen por lesión Rafa, Trujillo y Félix Leal, mientras que hombres como Charaf o Valentín se encuentran entre algodones, aunque su participación no está en riesgo.