En el IES Los Pedroches se dan esta mañana los últimos retoques e indicaciones para cumplir con todos los protocolos exigidos a las sedes donde se celebrarán a partir de mañana los exámenes de selectividad. Aire acondicionado en las aulas donde se examinará el alumnado, puntos higiénicos con mascarillas y gel hidroalcohólico, un aula para dejar las mochilas del alumnado y otra habilitada por si hubiera algún sospechoso de Covid-19 son algunas de las medidas que se exigen a cada una de las sedes. Son las normas en la selectividad marcada por el coronavirus, que llega con protocolos, pero también tardía en cuanto a la fecha de realización.
Otro de los cambios que se apreciará este año es que el IES Los Pedroches no será sede de todo el alumnado de la comarca. En esta ocasión, para reducir la movilidad entre municipios, el centro acogerá a estudiantes tan solo del propio centro y del IES Antonio María Calero, las otras sedes de la comarca serán Hinojosa del Duque y Villanueva de Córdoba. La reducción del aforo en cada uno de los espacios ha provocado que en la provincia se pase de 8 sedes de un año normal a las 38 que habrá este año.
Nada más entrar al centro los cambios se aprecian con la separación de espacios para que tan solo el alumnado que vaya a examinarse accede a los espacios habilitados. «Este año para ser sede había un requisito imprescindible, que las aulas tuvieran aire acondicionado. Nuestro salón de actos está climatizado y no hay ningún problema, pero hubo que reducir el aforo», explica el director del centro, Fernando Tamajón. Un aforo que de 300 alumnos pasó a quedarse en algo más de 70 para guardar las pertinentes distancias de seguridad. Los responsables del centro optaron por dar algo más de margen a ese aforo instalando sillas alrededor del salón y también en el escenario. Con todo, ha sido necesario habilitar la Biblioteca como aula de examen para dar cabida a los 132 alumnos que afrontarán la selectividad a partir de mañana martes.
El alumnado deberá estar en el centro a las 07:45 de la mañana, aunque la citación también llega con cambios. «El primer examen empieza a las 08:30 horas, hay tiempo suficiente. Lo que ocurre es que el llamamiento no se va a hacer como otros años para evitar aglomeraciones. Conforme vayan llegando, los alumnos irán accediendo al salón de actos o la Biblioteca -lugares asignados por apellidos-, así como dejar sus mochilas en el aula correspondiente. Una vez sentados enseñarán su documento de identidad para ser identificados y tendrán que sentarse para los tres exámenes del día en el mismo lugar», apunta el director.
La entrada y la salida también están debidamente señalizadas para que en todo momento se guarde la distancia de seguridad y no se produzcan aglomeraciones. Por otra parte, y según precisó Fernando Tomajón, la Universidad de Córdoba enviará una persona de seguridad privada y después de la reunión mantenida con el Ayuntamiento de Pozoblanco es posible que se cuente con algún refuerzo de Protección Civil.
Pero, ¿qué implican todos estos protocolos para el alumnado? «El problema principal es el final de curso tan atípico, los meses fuertes de preparación han sido a distancia y no es lo mismo. Están nerviosos. A eso hay que sumar que es un mes más tarde y todas las medidas que tienen que adoptar», narra Tamajón que recuerda también que este año «hay más aprobados por el hecho de que la media se ha hecho con la primera y segunda evaluación, se ha notado en la matriculación». Cambios y una situación a la que el profesorado se ha enfrentado a través de los medios telemáticos, aunque hay algunos profesores que también han ofrecido algunas sesiones presenciales con un aforo muy limitado, sin olvidar que otros también han trabajado la parte anímica para que el alumnado llegue en las mejores condiciones posibles a una prueba vital para su futuro.
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