Malas noticias dejó la visita a Zarauz para el Club Balonmano Pozoblanco. Además de una nueva derrota fuera en un partido que durante muchos minutos pareció controlado, el equipo va a perder, quién sabe si a lo mejor para lo que queda de temporada, a Adrián Santamaría. El central se lesionó durante la primera parte del encuentro y las pruebas realizadas han revelado un pronóstico descorazonador: rotura de ligamentos en el tobillo izquierdo con afectación ósea.
El jugador salido de la cantera del Cajasur explicó a Cordobadeporte que «es una lesión idéntica a la que sufrí el año anterior, en el mismo tobillo y con el mismo diagnóstico». «Lástima que fuera a pasar en este partido en el País Vasco donde nos jugábamos mucho», comentó.
Adrián visitó esta misma tarde al traumatólogo, que le ha puesto una escayola en el pie para tres semanas, además recomendarle que se repita la primera radiografía que se ha hecho para deducir o no si existe fisura ósea.
El jugador vallesano no sabe «con exactitud» el tiempo de baja, aunque espera «llegar al final de temporada para ayudar en lo posible al equipo». Y es que la suya puede ser una baja notable en los esquemas del técnico Miguel Ángel Moriana. «Esperemos que al menos en lo deportivo no se note, pero ya se sabe que en un equipo con una plantilla tan corta cualquier baja es muy importante. Aun así confio en que mis compañeros van a dar todo lo que tienen para llegar al objetivo».
Santamaría vive por lo demás unas horas complicadas, sobre todo por haber estado ya en el lecho del dolor la pasada temporada. «Ha sido un palo. Muchas cosas pasan por mi cabeza ahora. Pero me gustaría agradecer todo el apoyo recibido, que ha sido muy importante para mí», finalizó.
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