Las cofradías de la Virgen de Luna de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba presentaron ayer miércoles algunos de los detalles de la coronación canónica que se plantea para diciembre de 2025. Entre los elementos que se desvelaron se encuentran la corona que lucirá la imagen de la patrona de ambas localidades y el logotipo que estará presente en todas las actividades que se celebren en torno a esa coronación.
‘Vestida del sol’ es el diseño de la corona que sale de la orfebrería Ramón León, de Sevilla, un nombre que sale de la cita que San Juan realiza en Apocalipsis 12, «la mujer vestida del sol». Partiendo de ahí, la corona se compone de tres partes, canasto, imperiales y ráfaga, además se descubre con rocallas y volutas entrelazadas con ramas de encinas y bellotas creando el canasto que reposará sobre su cabeza y la vez dibuja la circunferencia de la que emana la luz de la ráfaga, recordando con ello el hallazgo de la imagen en el siglo XV.
En la ráfaga, dos ángeles entre nubes hacen presente a las dos poblaciones que desde hace siglos, la veneran como madre, patrona y alcaldesa perpetua. Por otro lado, la ráfaga se expande de manera equilibrada con el resplandor que parte de los brotes de las encinas y como rayos refulgentes que desprende la Virgen. De igual modo, la corona del niño se articula partiendo de ramas de encinas y jara.
El logotipo
En cuanto al logotipo, obra del fotógrafo y diseñador gráfico Rafael Sánchez Ruiz, busca la integración y el equilibrio de ambas localidades con los elementos que aparecen: la representación de la Virgen de Luna, la alusión gráfica a la coronación y los textos. En lo que respecta al primer elemento, la Virgen de Luna, se representa el perfil de la Virgen incorporada en una media luna haciendo una clara y evidente alusión al nombre de la devoción.
La alusión gráfica a la coronación tiene en cuenta las formas diferenciadas de coronas en ambas localidades, por lo que el autor ha optado por trabajar jugando con medias lunas y buscando un guiño a un corazón como símbolo de unión. Finalmente, la simbología en los textos llega con los colores basados en la dehesa, si bien, el verde es una versión aguamarina buscando equilibrio y alusión al azul que es muy usado en las vestimentas de ambos pueblos y al agua que tanto necesita la zona.
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