Hace dos años los periodistas de Pozoblanco estábamos esperando que Pozoblanco en Positivo (Pe+) y Partido Popular nos comunicasen en qué había quedado un acuerdo que horas antes se había tambaleado por el orden a la hora de asumir la alcaldía. Salimos de dudas a escasos diez minutos de que comenzase el pleno de investidura, entonces supimos que el acuerdo que no se había rubricado oficialmente en la tarde de antes, con plantón tras una hora a los medios de comunicación, sí había llegado a buen puerto en una mañana frenética. Las caras de los protagonistas lo decían todo, Pozoblanco rozó, de nuevo, un ridículo político. Pero no lo tocó.
Hace dos años comenzaba la llamada legislatura del cambio a una localidad que necesitaba sosiego político tras ocho años que habían acabado con una estabilidad de décadas. Sobra decir que el objetivo de mantener la gobernabilidad buscado por Pe+ y PP se ha encontrado y el primer deber está cumplido. Esa paz social tan manida en estos últimos días ha sido una realidad durante estos dos años donde el equipo de gobierno ha tenido la «complicidad» de una oposición que se ha mantenido leal también a mantener las formas dentro de un orden.
Con la mitad de la legislatura consumida y el cambio de alcalde a poco más de 24 horas de producirse llegan los balances. Decía ayer en su despedida oficial Emiliano Pozuelo sentir satisfacción por el trabajo realizado y que habría opiniones diferentes a este respecto porque «cada uno cuenta la feria según le va». Y las ferias son muy diferentes para unos y otros. Tomando su escrito de renuncia, Pozuelo destaca el plan plurianual de inversiones, las acciones en materia económica y la política de grandes eventos a la que Pozoblanco se ha acostumbrado en estos dos años. Luego saca pecho, de nuevo, de una transparencia que en más de una ocasión ha quedado demostrada que cojea, porque transparencia no es publicar una nómina, es mucho más. Por ejemplo, saber al detalle lo que nos ha costado o nos está costando ese plan de transparencia y los resultados que ha brindado.
Algunos logros expuestos por el equipo de gobierno se caen como un castillo de naipes si ahondamos y no nos quedamos en lo superfluo. Porque del plan plurianual de inversiones no sabemos nada, salvo plazos incumplidos, porque atribuirse la bajada del paro sin puntualizar ciertas cuestiones es una osadía, porque hablar de paz social en un Ayuntamiento que aún no ha conseguido hacer una Relación de Puestos de Trabajo es hablar de empezar la casa por el tejado. Y no lo digo yo, lo dice el acuerdo entre Pe+ y PP o lo que es lo mismo el programa electoral de los primeros, en sus acciones a realizar en materia de personal. Se han evitado escándalos y pitos en inauguraciones pero, ¿se ha resuelto el problema de fondo? Lo reconocía el propio Emiliano Pozuelo en una entrevista a este medio, esa RPT puede crear muchos conflictos y romper esa paz social.
En materia de contrataciones las acusaciones de los puestos a medida han sido una constante durante la legislatura, incluso con denuncias públicas por parte del PSOE del incumplimiento del artículo del reglamento que establece el número mínimo de candidatos necesario para realizar cualquier mesa de contratación. En estos dos años de transparencia y de igualdad de oportunidades la política de encargar trabajos a empresas externas obviando a los técnicos, a los que religiosamente se paga su nómina, ha sido una constante y a dedo se ha adjudicado hasta un proyecto de 30.000 euros.
Sí ha hecho esfuerzos el equipo de gobierno en reducir la carga impositiva a los pozoalbenses con una bajada del IBI que, por otra parte, es una constante en el Ayuntamiento desde años tan sólo interrumpida con la prohibición del gobierno central, y con las ayudas establecidas a emprendedores con la bonificación, por ejemplo, de la licencia de apertura. También ha hecho esfuerzos en materia de legalización de polígonos, aunque dos años de trabajo no hayan sido suficientes para erradicar el problema, como tampoco lo han sido para solucionar la falta de limpieza en las calles de Pozoblanco. Eso es otra cosa aprendida, una cosa es hacer un programa electoral y otra gobernar.
También Pozoblanco se ha convertido en el centro de los eventos, desde deportivos hasta centurias romanas, todos ellos con su correspondiente cartelón en los balcones del Ayuntamiento. Y es que de marketing y publicidad también hemos aprendido mucho estos dos años, y la cuestión es que ha funcionado porque las críticas a la gestión son mínimas y de eso, probablemente, también tiene mérito el equipo de gobierno porque ciertas formas sí que han cambiado.
Los dos partidos
Los méritos compartidos los dejó Emiliano Pozuelo para el balance, digamos, oficial, porque los realizados en diferentes medios de comunicación distan mucho del primero. Pozuelo no se ha tapado, no lo ha hecho cuando ha querido, de dejar diferenciada la acción de gobierno entre Pe+ y PP. Para el lado primero caen los méritos, para el segundo declaraciones que hablan de falta de acción en estos dos años y de una posible estrategia política para impulsar los diferentes proyectos cuando Santiago Cabello asuma el cargo de alcalde. Traducido, vino a decir Pozuelo que en estos dos años los ciudadanos tendrán tiempo de ver si es incompetencia o estrategia. Declaraciones, por cierto, que no han sentado nada bien en el seno del PP.
Y es que la gobernabilidad se ha mantenido, las formas en público, pero lo que nadie negara es que las relaciones entre Pe+ y PP no son tan idílicas como nos han querido vender a lo largo de estos dos años llegando a importantes picos de tensión. En este balance, también Emiliano Pozuelo lanzó un mensaje claro: Pe+ ha representado la parte de gestión eficaz, el PP la de los problemas no resueltos que podrían haber estado resueltos si él hubiera tomado el mando.
Llegados a este punto, tras hacer estas declaraciones, es donde echo de menos la aparición de Pe+, no la de sus concejales, sino la de una formación que hizo saltar las alarmas cuando dijo aquello de que el único pacto inquebrantable era con la ciudadanía y dejaba en el aire la posibilidad de continuar con el establecido con el PP si algunas cosas no cambiaban. Pozuelo defendía que ese comunicado sirvió para algunas concejalías se pusieran las pilas, algo que se contradice con el balance que posteriormente hace. Sea como fuere, echo de menos que después de esa alarma Pe+ no dijera que los problemas se habían solucionado.
La oposición
Quedaría esta opinión algo incompleta si no hablara de la oposición y sus acciones en estos dos años. Una oposición que se ha quejado de esa política efectista y de marketing del equipo de gobierno más de puertas para adentro que públicamente, una oposición que ha estado desdibujada en estos dos años y que no ha sabido o querido jugar con las mismas cartas que jugó su adversario político cuando estuvo en su situación. Sólo el tiempo dirá si la postura es la acertada y si es fallo propio o acierto del rival.
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