Cuenta Carmen Jiménez Aguilera, autora de La (s) vida (s) de Félix Cardador, que el personaje parece salido de una novela de Almudena Grandes «con esa mezcla de historia y ficción con la que ella de forma brillante nos contaba la historia de los vencidos». Félix Cardador fue miliciano durante la Guerra Civil en el frente de Córdoba, militante del Partido Comunista y Secretario del Socorro Rojo Internacional. Después de la guerra, tras las victoria de Franco, llegó al exilio, pisó los campos de internamiento del norte de África y se sumó a la lucha antifranquista en la clandestinidad. Una vida protagonizada por un campesino de Pozoblanco que ahora ha sido rescatada de la mano de la historiadora Carmen Jiménez Aguilera.
El libro fue presentado en el contexto de la Primavera Republicana y antes hablamos con la autora para que nos desgranara qué podemos encontrar en las páginas de un libro editado por la Asociación Los Pedroches por la República a través de la delegación de Memoria Democrática de la Diputación de Córdoba. «El libro recoge las vidas de Félix Cardador, el título lo resume muy bien porque es un hombre que no vivió una sola vida. Fue un hombre que vivió en su contexto, no solo vivió la Guerra Civil española, sino también la Segunda Guerra Mundial, los campos de internamiento en el norte de África, la clandestinidad como dirigente del Partido Comunista, pero además era de los que se jugaban la vida. Al final fue un personaje importante dentro del núcleo duro del Partido Comunista», relata la escritora.
Carmen Jiménez llegó hasta Félix Cardador por la Asociación Los Pedroches por la República porque «lo pusieron sobre la mesa y empiezas a pensar que se trataba de un pozoalbense que estaba en el Comité Central del PCE, empiezas a tirar del archivo histórica del PCE y aparece su nombre». Un nombre que salió, sobre todo, a través de testimonios orales en el archivo histórico de CCOO y que «todos hablan de Félix como referente en Andalucía». De ahí, Carmen Jiménez se encontró con un hombre que fue juzgado por la Francia de Vichy y se encuentra con un personaje que «si hubiera sido estadounidense tendría tres películas».
La envergadura de «esas vidas» hace imposible que en la reconstrucción de su historia valgan únicamente los archivos nacionales como fuentes. Un proceso nada fácil porque como relata la autora del libro «es complejo por la dispersión de archivos», pero también porque al tratarse de personas que estaban en la clandestinidad sus informes no iban firmados con su nombre. «Tenía su sobrenombre, unas veces firmaba como Pepe y otros como Juan, nunca era Félix, podemos entender que algunos informes son suyos por datos de fechas y geográficas, pero es complicado seguirle la pista», explica. Eso sí, la búsqueda en archivos internacionales fue «más fácil, algo que se está convirtiendo normal».
Herido durante la guerra, Félix Cardador tuvo una «cojera severa» que no le impidió trabajar en la primera línea y convertirse «en un hombre de Santiago Carrillo». Un pozoalbense que «nunca volvió a Pozoblanco de manera oficial» y cuya historia se ha podido reconstruir también gracias al testimonio de su mujer, «recogido por los hermanos López y que nos ha ayudado a reconstruir esas sombras que nos dejaba la documentación archivística». El testimonio de su mujer es el hilo conductor de un libro que refleja que «la historia no está hecha de grandes gestas ni de dirigentes, sino que es la gente de abajo la que hace la historia».
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