POR CARMEN NÚÑEZ ROJAS
Muy señor mío, soy Carmen Concepción Núñez Rojas, provista de DNI nº 31898489 L, con domicilio a efectos de notificaciones en calle Encina, 11, natural de Paraguay, pero con más de 11 años de residencia en España y más de 9 años en el pueblo del que ahora es usted alcalde. Datos que podrá comprobar en el Padrón Municipal.
Mi vida como la de cualquier persona que se ha visto obligada a dejar su país y su familia ha sido muy dura. He trabajado en los peores lugares y durísimas condiciones, haciendo el trabajo que a ninguna española le gustaba hacer. He perdido las uñas restregando estropajos, he limpiado hasta caer agotada, he trabajado cogiendo algodón hasta que no he podido rozar las yemas de mis dedos ensangrentados, he cuidado a personas mayores con jornadas de 24 horas, siempre en precario, sin estar dada de alta, con sueldos míseros con los que apenas sobrevivía; a veces compartiendo piso con otras personas porque ingresaba al mes menos sueldo que el coste de un piso alquilado.
Aun así, trabajando duro, he sido capaz de emprender y a base de créditos, mucho trabajo, mucho esfuerzo y mucha ilusión, he creado un pequeño negocio familiar con el que no me voy a hacer rica, pero al menos voy tirando y en estos tiempos tan difíciles soy capaz hasta de crear empleo.
Procuro siempre estar al corriente de todos los pagos y obligaciones, no tengo deudas ni con la Seguridad Social ni con Hacienda ni con el Ayuntamiento y presumo de estar en posesión de las licencias que son necesarias para que mi negocio esté funcionando legalmente.
Con la de terrazas no cuento porque usted se ha negado en rotundo a concedérmela, a pesar de contar con todos los preceptos requeridos en la Ordenanza Municipal de Terrazas y Veladores, y es más, aún no me ha contestado por escrito motivando las razones de su negativa. Esto ha hecho que no tenga la previsión más adecuada en cuanto al personal que necesitaré en la temporada de veladores, ni puedo planificar correctamente los meses donde más necesito organizarme por ser los de mayor venta, con el consiguiente perjuicio tanto moral como económico.
Como yo no pertenezco a Hostepozo tampoco he recibido notificación alguna para autorizarme la terraza en este periodo graciable de su flamante autoridad. La notificación sólo ha ido dirigida, acompañada de una foto, a los que pertenecen a dicha asociación de hosteleros locales, los demás no hemos tenido la deferencia, ni la foto, ni la notificación. Será porque no somos del pueblo, no pagamos impuestos o no sumamos muchos votos. Échese usted una foto con nosotros, con los que no nos hemos enterado ni del nodo.
¿Es lógico que no se notifique a los interesados por el medio legal establecido en el procedimiento, en tiempo y forma y además acompañando su decisión del correspondiente informe jurídico? ¿O es que la norma se la pasa usted, señor alcalde, por el arco del triunfo?
En los tiempos que corren mantener un negocio es un esfuerzo arduo y tenaz, para mí mucho más ya que he tenido la mala suerte de que usted, desde el minuto uno, parece estar en contra de mi empresa y es triste que la persiga de una forma tan deleznable y tan cobarde, digo cobarde porque usted saber muy bien por qué razón soy y estoy siendo perseguida.
Créame, no tengo yo la culpa de que mi pareja sea funcionario y le caiga tan mal. Yo tan sólo pido el mismo trato que le debe dispensar a las demás personas que ejercen una actividad abierta al público, igual, no distinta ni discriminatoria. Usted parece que pretender hundir mi negocio y mi forma de vida y le digo que si lo consigue lo tendrá apuntado en su debe toda la vida y será el suyo un mal ejemplo de gestión política.
Si usted regidor de este pueblo hiciera con todos los que ha hecho conmigo no dejaría títere con cabeza, pero usted es un auténtico cobarde que no se atreve a sancionar a todas aquellas empresas que no tienen la correspondiente licencia municipal, que campan a sus anchas por el mundo empresarial y tienen sus negocios abiertos sin tener ningún tipo de licencia o autorización, al contrario, usted las apoya a cambio de una foto, y hasta las inaugura sin aplicar la ley y los mismos baremos que me aplica a mí. Mal gobernante es aquel que gobierna por y para sus amiguetes y conocidos, a los que les ayuda para estar en la más completa ilegalidad haciendo posible un fraude y favoreciendo la competencia desleal. Esa conducta no es solo cobarde, tal vez sea hasta presuntamente delictiva.
Usted cuando se sienta en el sillón de alcalde deber sentir verdadera vergüenza de su gestión porque no está apoyando a los emprendedores ni a los que crean empleo, me refiero a los que no son sus amigos ni les caen bien. No es usted la persona más indicada ni el que merece un pueblo tan digno y acogedor como es Pozoblanco porque no actúa con justicia. Usted cuando abrace a sus familiares sentirá vergüenza porque en su interior pensará que gobierna a sus paisanos con distintas varas de medir, creando agravios comparativos y con su borrachera de poder persigue a los más débiles y a los que no le caen bien.
Usted cuando presida el próximo pleno y mire a la cámara no podrá levantar la cabeza y mirar a sus paisanos porque no es justo y un alcalde que no sea justo no se merece estar al frente de una sociedad que clama igualdad y justicia. Tampoco podrá levantar la cabeza y mirar a sus paisanos porque no es valiente y porque no es capaz de aplicar la norma a todos por igual, usted protege a empresas de conocidos y a las poderosas, los auspicia, y no es capaz de hacerle lo que a mí me ha hecho, no es capaz de aplicarles el mismo procedimiento.
Usted parece pretender hundir lo que con tanto trabajo, esfuerzo e ilusión es parte de mi vida y con lo que mantengo a las personas que tengo a mi cargo. Usted no fue elegido para actuar así, si ese es el camino que ha elegido, reflexione y dimita cuanto antes. Sea digno, justo y valiente… Y si no, márchese, que no nos hace falta ninguna.
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