La cultura libraría no está de moda, ni la mirada humanista en nuestras existencias actuales. Lo sé. Triunfan las redes y las raudas evanescencias que no dicen nada, pero ocupan nuestras vidas y nos entretienen. Sin embargo, si no queremos quedarnos surfeando siempre entre la bataola de insustancialidades, debemos mirar un tanto algunas cosas de importancia. El centenario de «El centro de las almas» del destacado autor pozoalbense, Antonio Porras (1886-1970), es una ocasión propicia para revisitar y poner en valor su obra y figura en el panorama literario de nuestra ciudad y de la comarca. Porque en el español tiene su espacio, entendiendo los límites de su era. Desgraciadamente Porras es obnubilado por las figuras de la Generación del 27, a pesar de la relevancia que posee su legado y la notoriedad intelectual del prócer. Su trayectoria literaria y profesional es un testimonio de su compromiso con la innovación y la experimentación literaria, así como de su firme ideología republicana.

Publicada en 1924, «El centro de las almas» obtiene el prestigioso premio Fastenrath en el quinquenio 1922-1927, reconocimiento que habla fuerte de la calidad de la obra y notoriedad del autor. La reseña elogiosa en prensa de Azorín (ABC, 17 de abril de 1924), uno de los grandes de la literatura española, subraya la relevancia del escrito y del propio Porras en el escenario literario de la época. El autor pozoalbense es abogado de profesión y alto funcionario de la administración española, pero se mueve con soltura en los círculos intelectuales más destacados de su tiempo. Su participación en el Ateneo, la Revista de Occidente y su cercanía con figuras empingorotadas (Ortega y Gasset, Gómez de la Serna, García Sanchiz, etc.) muestran su integración en la élite cultural de la época.

La obra literaria del pozoalbense es vasta y variada, abarcando desde relatos infantiles como «Curra» (1922) hasta novelas innovadoras como «Misterio de Potestad» (1923) ,»Santa mujer nueva» (1925) y «Lourdes y el aduanero» (1928). Porras supera de lleno el Naturalismo e Impresionismo de los comienzos para adentrarse en las vanguardias literarias, experimentando con formas narrativas, introspecciones de fuste y simbolismos que enriquecen el panorama literario de su era. La centenaria novela destaca por su aparente simplicidad argumental, que sin embargo esconde una profundidad simbólica y una riqueza grande de contenido, que está abriendo brecha en lo que escribe antes y después. Porras logra fusionar la tradición con el pensamiento y el paisaje que se conmueve  con el hilo argumental, utilizando el entorno y las emociones de los personajes para reflejar estados de ánimo y conflictos internos. Su precisión y habilidad para perfilar personajes y situaciones tradicionales se combina con innovaciones literarias que incluyen soliloquios y juegos narrativos que anticipan movimientos posteriores

Más aún, porque además de su obra literaria, don Antonio es un profundo conocedor de la historia, como lo demuestra su biografía de Quevedo. Su formación académica y carrera jurídica contribuyen a su perspectiva única en la literatura, combinando conocimientos jurídicos y económicos con su sensibilidad literaria. El centenario de «El centro de las almas» es una oportunidad para impulsar la recuperación y el conocimiento de Antonio Porras y su obra. Es crucial no solo conocer su nombre, sino también adentrarse en sus mensajes para comprender mejor nuestras raíces culturales y literarias. Porras, con su «trépano profundo», nos ofrece una ventana a las esencias de su tiempo y de su tierra (la sierra, los hombres y mujeres de entonces, convencionalismos, la dehesa…), contribuyendo a una comprensión más rica de nuestro patrimonio cultural y literario. El  autor pozoalbense merece ser rescatado  del olvido y estudiada su obra con detenimiento. También, muy  especialmente, para disfrute. Su capacidad para innovar y su profundo conocimiento de la tradición literaria y cultural lo convierten en una figura clave del panorama cultural de Los Pedroches. Así como una pieza sólida de la producción libraria de Los Pedroches. Celebrar el centenario de «El centro de las almas» es una forma de honrar su legado y de enriquecer nuestra comprensión de la literatura y de los autores de mayor fuste de nuestra tierra.