La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural destina casi cinco millones de euros para respaldar la ejecución de programas de sanidad animal en Andalucía a través de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganadera (ADSG). Estas ayudas, que se convocan en régimen de concurrencia no competitiva, se dirigen a compensar los costes de las actuaciones realizadas en 2017 en la Comunidad Autónoma para la prevención, control, lucha o erradicación de enfermedades en los animales. La región cuenta con 77 ADSG que agrupan a más de 27.000 explotaciones.
Según el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), el plazo para presentar las solicitudes es de 15 días hábiles a partir del 1 de enero y deben realizarse conforme al modelo establecido en la orden.
En concreto, los programas sanitarios que cubren estos incentivos son los de erradicación de tuberculosis bovina, brucelosis bovina y brucelosis ovina/caprina, así como el programa nacional de vigilancia y control de serotipos de salmonella de importancia para la salud pública en explotaciones avícolas.
En cuanto a los gastos subvencionables, entre otros conceptos se encuentran los controles sanitarios, pruebas diagnósticas, análisis de laboratorio u otras medidas de detección de enfermedades animales, así como los gastos de adquisición de vacunas frente a salmonella para vacunaciones obligatorias.
Desde la Consejería se valora la gran labor que realizan las Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganadera en estrecha colaboración con la Junta de Andalucía, “una cooperación que se ha mostrado como una fórmula realmente eficiente para aplicar los programas sanitarios en nuestra región”, según el consejero Rodrigo Sánchez Haro. “Gracias a esta colaboración del sector público y privado, hoy somos capaces de actuar con gran rapidez para garantizar el control y la prevención de las enfermedades que pueden afectar a los animales, evitando así posibles consecuencias negativas para los ganaderos”, ha subrayado.
Sánchez Haro resalta así la “buena salud” de la cabaña ganadera andaluza gracias al “esfuerzo de todos” y el “rigor” de los programas de control y erradicación. En este sentido, señala el “gran logro” que supone el notorio descenso registrado en la incidencia de la tuberculosis bovina en animales para afectar en 2017 al 0,8% de las reses frente al 2,2% del año anterior. En cuanto la lengua azul, los planes de vacunación han permitido neutralizar su impacto en las explotaciones, mientras que a la brucelosis “se le ha puesto cerco y casi está erradicada en la comunidad autónoma”.
El consejero destaca la importancia de esta política de sanidad animal, ya que permite garantizar los más altos estándares sanitarios y el mayor nivel de seguridad alimentaria tanto en los animales como en las producciones ganaderas, “una puerta abierta a la conquista de los mercados más exigentes”.
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