La Junta de Andalucía ha puesto en marcha la restauración del Monte Malagón, en el término municipal de Belalcázar, con una inversión de más de 644.000 euros destinada a recuperar la superficie forestal afectada por los incendios de 2021 y 2022. Este monte público, propiedad del Ayuntamiento de Belalcázar y gestionado en convenio con la Administración autonómica, cuenta con una extensión total de 544 hectáreas, de las cuales 317 resultaron dañadas por el fuego en esos años.

El delegado territorial de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente en Córdoba, Rafael Martínez, ha anunciado el inicio de los trabajos durante una visita al enclave acompañado por el alcalde de Belalcázar, Francisco Rodríguez, y responsables técnicos de la Junta de Andalucía y de la empresa pública Tragsa, encargada de la ejecución del proyecto.

El delegado ha subrayado que la recuperación de esta zona se está abordando con un enfoque integral, combinando la retirada de los restos vegetales quemados con la futura regeneración de la cubierta forestal. “Desde la Junta de Andalucía hemos impulsado esta actuación con el objetivo de recuperar el Monte Malagón y garantizar su papel como espacio de alto valor ecológico y protector del suelo”, ha señalado.

El proceso de restauración se desarrolla en dos fases. La primera, ya en ejecución desde el pasado 15 de enero, cuenta con un presupuesto de 644.313 euros y tendrá una duración de tres meses. Durante este periodo, se está procediendo a la retirada y eliminación del material leñoso calcinado, mayoritariamente pino piñonero, mediante astillado y triturado, favoreciendo así su posterior incorporación al suelo para mejorar su fertilidad. En estos trabajos intervienen un equipo de tres especialistas con motosierra y una retroexcavadora pesada con cabezal triturador, además de personal encargado de la supervisión y prevención.

La segunda fase consistirá en la repoblación y diversificación de especies para recuperar la cubierta vegetal y garantizar la restauración ecológica del entorno. Esta etapa permitirá mejorar la biodiversidad del monte y reforzar su resiliencia frente a futuros incendios y procesos de erosión.