Nuevo compromiso liguero para el Pozoblanco que visita a un Conil que es décimo en la tabla clasificatoria y al que los de Alberto Fernández, terceros, aventajan en ocho puntos. El partido (domingo, 12:00 horas) será la última salida del año para los blanquillos y su técnico ya avisa que habrá cambios con respecto al once inicial de las últimas jornadas. Unos serán por obligación, los sancionados, y otros por empezar a rotar efectivos. 

«Vamos a ver un Pozoblanco un poco cambiado porque la situación lo requiere y hay jugadores que tienen que empezar a entrar porque lo están haciendo muy bien», explicó el entrenador. Unos cambios que no tienen nada que ver con que el equipo tenga que afrontar el próximo viernes otro partido porque Fernández asegura que «únicamente pienso en el partido del domingo, hay jugadores que están aportando y es el momento de que entren». 

Los cambios obligados vendrán tras las sanciones de Migue Sánchez y Moha por acumulación de tarjetas, aunque la buena noticia llega con la posible recuperación de David García. A este respecto, Fernández apuntó que «en mis equipos me gusta tener la zona del medio bien cubierta porque es donde más castigo con el tema de tarjetas tenemos, hay mayor riesgo» y se alegró que esas bajas no lleguen en la parte de arriba por la falta de efectivos. 

El Conil 

Así llega el Pozoblanco a un campo en el que ha ganado únicamente en dos ocasiones de los doce disputados aunque el momento en el que llega, once jornadas consecutivas sin conocer la derrota, hace pensar que esas estadísticas pueden mejorar a favor de los blanquillos. Con todo, el técnico precisó  que «es un rival muy, muy difícil, un rival que ha ido creciendo y que tiene unos futbolistas extraordinarios». 

«Los partidos que ha perdido son por la mínima y por detalles, es un equipo muy difícil de doblegar», argumentó el preparador del Pozoblanco, que añadió que «sabe a lo que juega y creo que al final de la temporada va a estar bastante arriba».