Cruz Roja apoya en la provincia de Córdoba a un total de 185 personas cuidadoras, una labor que «se conjuga en femenino, singular y privado» ya que, según los datos que maneja la institución humanitaria, casi la mitad de las personas que cuidan a otras personas dependientes son familiares directos (un 47,5%) y, en su mayoría, tienen nombre de mujer (88,5%), lo que además de repercutir en su carga de tareas diarias, afecta a su salud física y mental.
Tal y como ha indicado la entidad humanitaria en una nota, el 62 por ciento de las personas que cuidan de dependientes pasa más de seis horas al día realizando estas tareas y siete de cada diez personas lleva más de tres años cuidando a una persona. Esto afecta a las personas cuidadoras, especialmente en su tiempo libre, el cual se ve afectado en más de un 82 por ciento de los casos, y en su vida familiar (70%) y relaciones sociales en general (70%).
Por ello, Cruz Roja, con motivo del Día Internacional de las Personas Cuidadoras, ha manifestado la importancia de cuidar a quien cuida, recalcando que «es necesario que las personas cuidadoras aseguren su propio bienestar, respetando el tiempo para cuidarse y descansar, realizando ejercicios de relajación, diciendo ‘no’ a demandas excesivas, conociendo la enfermedad de la persona que está a su cargo, y, sobre todo, pidiendo ayuda y dejándose también ayudar, y cuidando sus propias relaciones sociales».
Así lo ha manifestado, Amalia León, técnica de la institución humanitaria responsable del proyecto de ‘Atención a personas cuidadoras’, financiado por la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad a través de fondos consignados del 0,7 por ciento de la casilla de Actividades de Interés Social del impuesto de la renta (IRPF). No en vano, tal como ha detallado la trabajadora social de Cruz Roja, «cuidar de una persona dependiente las 24 horas repercute en la salud física y mental de la persona cuidadora. Se reduce muchísimo su tiempo libre, su tiempo para descansar o para poder desconectar, por lo que suele sufrir sensación de agobio, estrés y ansiedad».
Ante esta situación, son cada vez más las cuidadoras informales que buscan el apoyo de organizaciones como Cruz Roja, que a través de su voluntariado trata de aliviar el desgaste físico y emocional que suelen sufrir quienes se encargan de cuidar, de forma habitual, a personas dependientes mayores de 65 años. El catálogo de actividades que desarrolla el voluntariado en los hogares de las personas dependientes va desde la mera compañía hasta el apoyo a la movilidad dentro de la vivienda, pasando por la orientación espacio-temporal, el ocio y la ayuda en la adquisición de habilidades. Con ello, Cruz Roja persigue ofrecer a las personas mayores actividades adaptadas a sus posibilidades y limitaciones, además de aliviar el desgaste personal en los cuidadores habituales y ofrecerles a estos últimos estrategias y técnicas para el manejo del estrés.
En la provincia, la mayoría de personas cuidadoras atendidas por la entidad se reparten entre Córdoba, Lucena, Puente Genil e Hinojosa del Duque, aunque también se benefician del mismo mujeres de otros municipios como Montilla, Palma del Río, Pozoblanco, Priego de Córdoba, Rute o Villanueva de Córdoba.
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