Es la primera vez desde que en 1985 la cofradía del Silencio de Pozoblanco hiciera su primitiva estación de penitencia que la lluvia se interpone en el camino del silencio pozoalbense. Las previsiones hablaban de precipitaciones seguras en la noche y la Junta de Gobierno decidió en cabildo de aguas no realizar la estación de penitencia. Esa circunstancia tan solo se había dado con anterioridad el año de la pandemia, por lo tanto, por circunstancias totalmente diferentes. La decisión fue comunicada por el presidente de la cofradía, Víctor Vázquez, que a duras penas contuvo la emoción cuando transmitió la decisión a quienes esperaban en el interior de la ermita de San Gregorio.
La cofradía decidió entonces realizar la oración de las siete palabras y, posteriormente, un turno de vela que se extendería hasta las 00:30 horas, hora hasta la que permanecerá abierta la ermita de San Gregorio. De esta forma, la cofradía que marca el Lunes Santo pozoalbense, que ha desafiado y sorteado a la lluvia en otras ocasiones, no podía realizar su estación de penitencia con normalidad. Una decisión complicada de tomar y que se conoció pasada las 20:15 horas de la tarde.
Después de hacerse pública a través de las palabras del presidente, la ermita abrió su puertas y el gentío que esperaba en la glorieta de San Gregorio y sus aledaños empezó a dispersarse consciente de que los titulares de esta cofradía no saldrían a la calle. Silencio y Salud se vivieron en recogimiento y de puertas para adentro de la ermita de San Gregorio.
No hay comentarios