Los dos hombres acusados de más de diez robos durante dos meses en ermitas e iglesias de las provincias de Córdoba y Ciudad Real han aceptado la pena de dos años de prisión, para cada uno de ellos, al tiempo que han pedido perdón a los párrocos de los templos, durante su declaración en el juicio celebrado este lunes en el Juzgado de lo Penal número 5 de Córdoba, según informa Europa Press.

Según recoge el escrito inicial del Ministerio Público, los robos se produjeron entre los días 13 de diciembre de 2009 y 16 de febrero del 2010 y concretamente los procesados entraron en la Iglesia de San Sebastián de Pozoblanco; en la Ermita de San Benito Abad de Obejo; en la Parroquia de San Mateo de Villanueva del Duque; en la Iglesia de San Sebastián de Villanueva de Córdoba; en la Iglesia de San Salvador de Pedroche; en la Iglesia de San Pedro Apóstol de Villaralto, en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Belmez; en la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación de El Viso, y en la Iglesia de Fuente Obejuna.

A estas se unen las iglesias de Guadalmez y Alamillo, en la provincia de Ciudad Real. En la mayoría de los casos supuestamente robaban los cepillos, con cantidades de dinero que en gran parte ha sido imposible de determinar, aunque de las parroquias de Villaralto, Belmez, El Viso y Fuente Obejuna se llevaron 200, 700, 50 y 20 euros, respectivamente.

Cabe destacar que en la Iglesia de San Mateo de Villanueva del Duque supuestamente robaron el estuche del cáliz, cartillas bancarias y un calentador, así como la ‘hijuela’ del cáliz, cuyo valor es de 413 euros; en la Iglesia de Guadalmez sustrajeron tres anillos de una imagen de la Virgen, que han sido recuperados, y, de un local anexo, tres guitarras eléctricas y un bajo tasados en 896 euros.

Asimismo, uno de los acusados, sobre las 18,40 horas del día 1 de febrero de 2010, se dirigió a la zona de lavado de una gasolinera en la provincia de Ciudad Real y con ánimo de ilícito lucro forzó la máquina de aspirar y sustrajo 15 euros del interior. La reparación de los daños causados asciende a 892 euros, según la calificación fiscal, en la que se pedía tres años de prisión a cada uno de los procesados.