Pocas oportunidades le quedan al Club Balonmano Pozoblanco para quitarse el cartel de pésimo visitante, en concreto dos opciones. La primera la tendrá mañana sábado a partir de las 19:30 horas en el Pabellón Municipal de Zarautz  donde intentará conseguir su primer triunfo como visitante ante el Amenabar Zarautz. Los de Miguel Ángel Moriana romperían su particular maleficio de la temporada a la par que prácticamente certificarían su permanencia en la División de Honor Plata.

No es nada nuevo que las condiciones en las que ha viajado la expedición blanquilla durante toda la temporada no son las mejores. Para esta ocasión, esas condiciones serán algo más cómodas, ya que el equipo partirá hoy a las ocho de la tarde y hará en Mirando de Ebro, desde donde partirán ya mañana hacia tierras vascas.

El cuadro vallesano sabe de la importancia del partido y mucho más su técnico que reconoció que “para nosotros el partido es muy importante. Jugamos un rival directo y buscamos la primera victoria fuera de casa, que significará afianzar la categoría, por lo que para nosotros no es un partido más, sino una final”. Para la ocasión, serán baja Alberto González y Juan Giménez.

El entrenador de los blanquillos indicó que “somos muy conscientes de la importancia de este partido y sabemos que este encuentro iba a ser crucial desde hace mucho tiempo porque se trata de un rival directo y porque nos puede dar la salvación”. “Si ganamos y Ereintza pierde matemáticamente estaríamos salvados porque la diferencia sería de cinco puntos a falta de cuatro por jugarse”, detalló.

Moriana avanzó que prevé un choque “de mucha intensidad, muy competido”, ya que “Zarautz es un equipo que va a estar fuerte en su campo. Se crece ante su gente y tiene una gran defensa, muy trabajada. Corren bien el contrataque y tienen jugadores de calidad”.