En un deja vu permanente, derrota fuera y necesidad de ganar en casa, unas veces satisfecha y otras no, vive el Balonmano Pozoblanco esta temporada. El cuadro vallesano, que malogró una buena ocasión de estrenar su casillero como forastero en Zarautz, se las ve mañana (Pabellón Juan Sepúlveda, 18:00 horas) con el Calmec Barakaldo, empatado con otros cuatro equipos a 19 puntos en la última plaza del play-off de ascenso.
Miguel Ángel Moriana, que vuelve al banquillo tras cumplir dos partidos de sanción, asevera que «para nosotros cada partido que jugamos en casa es muy importante para salir de los puestos del play off de descenso». «En casa todo lo que no sea ganar no nos vale. El equipo esta mentalizado de que tenemos que seguir siendo fuertes en casa y no dejar escapar puntos», comentó.
Al equipo le ha surgido un problema importante ahora que tenía la enfermería vacía, a excepción del caso de Carreño. «La baja de Adrián seguramente sea para toda la temporada», confirmó Moriana, por lo que el equipo deberá acostumbrarse a jugar sin su creador de juego.
El entrenador del Balonmano Pozoblanco aseveró, en torno al rival, que «Barakaldo está realizando una gran temporada, por lo que tenemos que estar fuertes en defensa y cometer muy poco fallos si queremos ganar el partido».
De momento el equipo vasco ha ganado 8 encuentros, ha empatado 3 y ha perdido 6, para un balance de 19 puntos que le hacen candidato, aunque como otros muchos equipos. Fuera de casa los baracaldeses han vencido al Ereintza (32-35), con el Chapela (31-32) y ante Bordils (27-28), además de empatar en Zarauz (24-24). En la ida, 33-26 para los vizcaínos.
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