Esta tarde, a partir de las 18:30 horas, el Club Balonmano Pozoblanco tiene un reto más que complicado. El equipo adiestrado por Miguel Moriana se mide al líder de la División de Honor Plata, el Barcelona B con el único objetivo de romper una racha que habla de cuatro partidos consecutivos sin sumar dos puntos, es decir, sin ganar. Con todo, los pozoalbenses no se rinden e intentarán ponérselo difícil al conjunto catalán.
Una ardua tarea que se complica aún más con la situación de la enfermería blanquilla. Repasando al equipo nos encontramos con un Nacho del Castillo que se encuentra mermado por un golpe, con un Julián Portero que es seria duda para disputar el choque en la Ciutat Esportiva Joan Gamper y con un Adrián Santamaría que vuelve a resentirse del tobillo. A esto hay que unirle que Juan Giménez no podrá viajar por motivos laborales y tampoco lo hará Gonzalo Landáburu.
Unas vicisitudes que no se le escapan al técnico de los vallesanos que tiene claro que “estamos teniendo mala suerte y eso está influyendo para que estemos haciendo una peor segunda parte del campeonato”. Con todo, Moriana no quiere renunciar a nada y explica que el de esta tarde “es un partido bastante complicado y tenemos que ir a luchar, jugar y hacerlo lo mejor posible”.
Para hacer frente al líder, el entrenador del Balonmano Pozoblanco conoce a la perfección su juego y describe al equipo como “un cuadro con una gran defensa, con jugadores que salen bien y que corren mucho, llegando tanto en primera como en segunda oleada”. Sus pupilos tendrán que cometer el menor número de errores posible para intentar, al menos, plantarle cara y conseguir un resultado positivo que venga a darle algo de oxígeno, ya que el objetivo de salvar la categoría se complica con las estrecheces que se viven en la parte baja de la tabla clasificatoria.
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