Con el casillero de puntos inédito tras una derrota contra Zarauz que no entraba en el guion, el Balonmano Pozoblanco emprende viaje para medirse mañana sábado (Lasesarre, 17:00 horas) al Calmec Barakaldo. El cuadro vasco, que también viene de perder la pasada jornada, con claridad ante el Barcelona B, tiene la tranquilidad de haber sacado adelante el primer partido casero en el estreno contra el Torrelavega, por lo que cuenta con sus puntitos en la clasificación.
El problema del intento de redención vallesano ante otro conjunto del País Vasco es que el equipo afrontará un larguísimo desplazamiento bastante mermado de efectivos. «Son baja Carreño, Ángel Povedano y Alonso y tenemos muy tocado a Agus Casado», confirmó el entrenador vallesano, Miguel Ángel Moriana. Podría decirse que las cosas no sólo no mejoran, por ejemplo con el tema de Alonso Ruiz, cuya cuita con el Cajasur no se resuelve, sino que se agravan.
Más allá de eso, Moriana quiere pensar en lo deportivo y en un comienzo de competición donde «nos está costando cerrar los finales de partido, aunque creo que en los dos encuentros hemos llevado el peso y hemos tenido opciones de llevarnos la victoria».
Para el técnico, «aunque hayamos perdido creo que nos ha faltado sólo el final, porque en general estamos trabajando bien». «Tenemos opciones reales de ganar y nos falta dar ese pasito adelante. No nos queda otra que trabajar y limar detalles», aseguró.
Barakaldo, un conjunto «muy competitivo»
En torno al siguiente encuentro y al cuadro vizcaíno que les espera como rival, el técnico formado en La Salle opina que «Barakaldo es un equipo muy competitivo, que está haciendo buenos partidos». «Mantiene el bloque del pasado año y en su casa es un equipo complicado, que se crece», avisó.
Para lograr una victoria en tierras vascas, entiende el míster pozoalbense que serán decisivos «los detalles y no fallar en los momentos clave». «La liga está muy igualada y en todos los partidos el rival te exige el máximo», sentenció.
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