Alcaracejos volvió a acoger su tradicional Día de la Matanza, una actividad que vivió su octava edición y que congregó en las calles de la localidad a numerosos vecinos que dieron vida a la iniciativa haciéndola posible y a otros tantos que acudieron al municipio para ver de cerca el proceso de una matanza tradicional de Los Pedroches.
El día comenzó con el sacrificio de un cochino y una cochina ibéricos de bellota y su traslado hasta Alcaracejos donde comenzó el proceso propiamente dicho con las labores de despiece. El carácter formativo e instructivo de esta jornada se puso con el relato y la narración de cada acción que se iba realizando para que el público no perdiera detalle.
Esta vez los numerosos vecinos que se desplazaron hasta Alcaracejos no tuvieron que hacer frente al frío y con unas buenas temperaturas asistieron a la división del animal en dos partes y a la posterior extracción de los lomos o el tocino. De manera paralela, y en los aledaños del Museo de la Matanza en los diferentes puestos habilitados se pudo asistir al proceso de realización de productos como la morcilla, la morcilla de sangre, el chorizo, el salchichón o el lomo de la orza.
Todo ello animado con la música y el folklore del grupo Alcaria y los grupos San Rafael de Córdoba y Los Jarales de Alcaracejos. Como no podía ser de otra manera, tampoco faltaron las migas, el mejor acompañante para una dura jornada de matanza y al que no pudieron resistirse mucho de los ciudadanos que ayer contemplaron en Alcaracejos un proceso tradicional que sigue siendo vital en muchas familias de la comarca.
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