El matadero municipal de Villanueva de Córdoba volvió a su actividad a mediados del pasado mes de enero después de años de eternos trámites que no llegaban a buen puerto. El peso de la industria agroalimentaria en la localidad jarota y en la comarca de Los Pedroches ha provocado numerosos intentos para una reactivación que llegó a principios de este año, aunque no exenta de problemas. Las críticas recibidas ante una puesta en marcha que está teniendo problemas y las dudas suscitadas ante los mismos ha llevado al equipo de gobierno del Ayuntamiento jarote a explicar la situación en la que se encuentra ahora mismo el matadero comarcal.
El concejal Gabriel Duque ha sido el encargado de detallar el arduo camino hasta la apertura de la infraestructura, pero también ha reconocido que el matadero «no está al cien por cien» de su actividad por los «numerosos» problemas que se han ido detectando y que han implicado tanto al material antiguo como a la maquinaria de nuevo uso que se ha instalado. Eso sí, el edil ha pedido «unión» política ante cualquier problema que se pueda originar en el matadero por lo que supone a nivel de empleo para la localidad.
«Al ponerse en marcha es cuando nos hemos encontrado los problemas», ha matizado Duque que ha avanzado que se reunirán con el adjudicatario del matadero para ver si es necesario parar la actividad para ajustar los problemas localizados y poder dar continuidad a la actividad empresarial ya que se pretende conseguir que el matadero permanezca abierto la mayor parte del año posible. «Nuestro compromiso es subsanar lo antes posible las deficiencias que se han encontrado», ha recalcado también la alcaldesa, Dolores Sánchez, que ha indicado que las problemáticas se han acentuado al coincidir el reinicio de la actividad con la campaña» impidiendo eso una reacción con una actividad menor. Además, la primera edil ha aclarado que se han cumplido los compromisos adquiridos con la Denominación de Origen.
Un camino interminable
Para entender el estado actual de la situación hay que recordar que la puesta en funcionamiento del matadero ha sido posible tras la inversión de 1,8 millones de euros a cargo de los remanentes del Ayuntamiento de Villanueva. Una inversión dividida en cuatro lotes, cada uno dedicado a diferentes aspectos, el frío, la electricidad, la obra civil y la maquinaria. Previa a esa adjudicación se encargó un proyecto para detectar el alcance de las obras y la idea final a realizar. La normativa que rige la contratación en el sector público provocó que la dirección de obra no estuviera en manos de quien había realizado el proyecto, según ha explicado Duque. A esto hay que unir una autorización ambiental integral por la que se estuvo esperando dos años y que después se determinó, tras el cambio de gobierno de la Junta, que no era necesaria ya que la estructura del edificio no se iba a modificar como tampoco el número de sacrificios.
Con los trámites resueltos, las obras se paralizaron por la pandemia del Covid-19 reanudándose en septiembre de 2020 haciéndose las pertinentes comprobaciones a partir del mes de diciembre. «El proyecto inicial contemplaba maquinaria que se podría reutilizar, pero la sorpresa llegó cuando se detectaron múltiples fallos», ha explicado Duque. El concejal ha afirmado de igual manera que se han tenido que ir subsanando errores en plena campaña del ibérico, aunque el compromiso sigue siendo «no tener que parar, recurriendo y llamando donde tengamos que hacerlo». «Cuando se redactó la licitación el PSOE pidió abrir todas las líneas, se le aceptó y es a lo que se ha comprometido el adjudicatario, pero antes de abrirlas es necesario tener la homologación para las exportaciones, que es lo que va a mantener los puestos de trabajo», zanjó.
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