La diversidad de estilos puede abrir las puertas a un número amplio de espectadores o dejar a otros muchos con la sensación de no saber donde se está. Quizás esa heterogeneidad sea uno de los principales handicaps del Festival Farándula que el pasado sábado vivió en Pozoblanco su primera edición. Con una no excesiva entrada de público, lo cierto es que los que decidieron sumarse a esta iniciativa pudieron disfrutar de un cartel para todos los gustos porque se pasó del flamenco, al rap, a la charanga, pasando por el pop o la música electrónica.
Le tocó abrir fuego al cantaor Antonio de Pozoblanco, que volvió a demostrar sus tablas sobre el escenario y su forma de entender el flamenco. Posteriormente, la apuesta fue mucho más arriesgada con la actuación de Sexto & Dúo Klass y Fran Sierra que bajo el estilo que defiende, el rap, se sacaron de la manga comprometidas y reivindicativas letras.
Siguió el Festival Farándula con la animación que viene aportando en cualquier sarao que se precie la charanga El Gallo Kirico, que durante una media hora despertaron al personal con su habitual manera de amenizar que contó con la colaboración de algún que otro espontáneo que se animó a bailar con los componentes de la charanga.
Otro de los grupos fijos en muchos de los carteles de fiestas de la comarca es Zócalo, que no faltó tampoco a la cita con Farándula. El grupo volvió a tirar de su popular y conocido repertorio para hacer bailar a quienes siguieron otras de sus actuaciones. Yakolev y la Colegui & Cruz Visual pusieron el punto y final a esta primera edición de un festival que nace bajo el trabajo del colectivo joven «El Batior» y con el respaldo de la concejalía de juventud.
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