La segunda profesión más denostada y que menos confianza transmite. Ese es el apabullante resultado de la encuesta publicada por el CIS recientemente y que deja al periodismo en una posición dramática, tan solo superada en cifras negativas por la legislativa. Los datos no dejan lugar a dudas y no es cuestión de echar balones siempre fuera, es complicado hacer periodismo hoy en día, si concebimos esta profesión con el componente de servicio público y responsabilidad social que debería tener.

Al frente de ese desbarajuste se han colocado empresarios con ínfulas de gurús de opinión a los que poco o nada preocupa la verdad, los hechos. Para ellos su verdad es el balance de cuentas, que estés en el lado correcto –subordinación al poder político- y después lo demás vendrá solo. Es tan absurda la situación que los casos en los que un periodista es relegado de su puesto por intentar realizar su profesión con dignidad y honestidad son considerados casi como actos de heroísmo o por el contrario se llegan a justificar, porque si han llegado a los otros es normal que le echen. Justificaciones, ambas, que dan pánico porque son un reflejo de que esta sociedad no quiere ver más allá de sus pensamientos, de su realidad, de esa dicotomía absurda en la que hemos convertido todo.

A pesar de una situación, la actual, que lo único a lo que te anima es a querer tener un reloj del tiempo  y situarte en los dieciocho para cambiar el rumbo de tu vida y elegir una profesión en la que el futuro sea como mínimo gris y no negro, cuando una ha entrado en este camino por vocación resulta casi imposible salirse del mismo. Y de ese deseo, convertido en necesidad, el querer vivir de contar lo que sucede nace www.hoyaldia.com. No busquen más allá, no hay trampa ni cartón.

Hoyaldia buscará aunar las posibilidades que ofrece la red con las reglas de aquel ya casi obsoleto periodismo que busca la reflexión y el análisis. Hoyaldia será un lugar donde la información, la opinión, la entrevista, el reportaje o la crítica convivan sin la necesidad imperiosa de entremezclarse. Todo ello bajo el parámetro de la independencia. Si, todo periodista dice que es independiente y en muchas ocasiones esa independencia habla solo en defensa de unos intereses. Créanme, no es el caso de este modesto diario digital. Sé de lo que hablo.

Solo me resta invitarles a vivir su particular hoy al día a través de este medio, a compartir su contenido, a analizarlo, a criticarlo, a ayudarnos a buscar la actualidad, a ser partícipes de esta aventura que hoy nace con el único objetivo de ser un vehículo para los ciudadanos, de demostrar que se puede y se debe confiar en el periodismo porque hay muchas formas de ejercerlo. Ustedes dictaminarán.