La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Rescatado “Cristo de Medinaceli” no salió a la calle por segundo año consecutivo. La lluvia, que había dado una tregua durante todo el día, apareció para que el Medinaceli no pudiera salir a la calle después de su restauración. La junta de gobierno se dio media hora para un nuevo informe meteorológico pero finalmente la presidenta, María José García, comunicó que no había estación de penitencia. 

Le costó dirigirse al resto de miembros de la cofradía porque la emoción le pudo y en ese momento la gente rompió a aplaudir. Fuera, el gentío se agolpaba para ver a un cristo que finalmente tan solo salió brevemente para que su barrio pudiera disfrutar de una de las imágenes más veneradas en la localidad. 

Esa sensación de tristeza se trasladaba una hora y media después a la parroquia de Santa Catalina donde la cofradía de La Caridad decidió también suspender ante las previsiones de lluvia. Como ocurriera hace un año, la cofradía decidió realizar el vía crucis en el interior de la parroquia. De esta forma, la Caridad no pudo celebrar sus veinticinco años de historia con el pueblo de Pozoblanco en su plenitud.