El pleno extraordinario para condenar la violencia de género que se celebró ayer en Pozoblanco instantes antes que el de carácter ordinario tuvo más color que nunca. Esta vez, los responsables de leer el manifiesto fueron los niños y niñas que durante el verano forman el Oratorio Salesiano, acompañados de los monitores y de padres y madres que quisieron sumarse a este grito unánime contra este tipo de violencia.
Los niños y niñas llegaron entonando algunas de las canciones que tarde tras tarde se escuchan en el colegio Salesiano y ataviados con los colores que dan forma al Oratorio, amarillo -alegría-, azul -bondad-, rojo -dinamismo- y verde -compañerismo- fueron los protagonistas de un pleno que sirvió no sólo de repulsa contra los actos de violencia de género, sino también para que los más pequeños comiencen a concienciarse de una problemática que sacude a nuestra sociedad.
Bailes, música y la posterior lectura del manifiesta precedieron al minuto de silencio que se guardó como cada mes. Se vivió, por tanto, un pleno diferente cumpliéndose el compromiso de tomarse este acto de una manera más comprometida y no como un puro trámite.
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