El Partido Popular de Pozoblanco, tal y como anunció el día de su Congreso Local, presentó ayer los cargos de los miembros que configuran la nueva ejecutiva saliente del Congreso. El organigrama tenía dos cargos ya asignados, el del presidente tras la reelección de Baldomero García y el de secretaria local, puesto que asume Gema Antolí tomando el relevo de Victoria Vargas.

Precisamente fue Antolí la encargada de dar a conocer el resto de la estructura de la ejecutiva, agradeciendo de manera previa «la confianza que los afiliados me han dado» y dejando claro que «voy a trabajar con ilusión y ganas». A continuación fue desgranando un organigrama en el que Victoria Vargas será la vicepresidenta del partido, mientras que Manuel Cabrera ocupará la vicesecretaría general. La tesorería será para Bernardo Ruiz, que trabajará codo con codo con Javier González, una de las nuevas caras del partido, al ser nombrado vicetesorero.

Por su parte, Carmen Blanco se encargará de la parte de organización política; Ventura Redondo se encargará de la comunicación del partido; Bartolomé Calero estará al frente de la vocalía de formación, mientras que María Ángel Redondo llevará la de afiliación. La parte electoral estará compartida por Bernardo Ruiz, Javier González y Manuel Cabrera. Por último, Jordi López será el responsable de  lo relativo a la sede del partido.

Política municipal

Durante sus intervenciones, todos dejaron claro que «se trata de un grupo unido que va a trabajar por Pozoblanco». Una unidad que se mantuvo en los discursos que realizaron para definir el momento que se vive en el plano de la política local. Los concejales populares en el Ayuntamiento de Pozoblanco tacharon al actual alcalde, Pablo Carrillo, de «poco democrático» y denunciaron que «nos corta los tiempos, tiene una actitud nada democrática y han sido ya varias las ocasiones en las que le hemos pedido que tengamos una reunión para regular este tema. No es lo mismo un grupo con cinco concejales que con uno», espetó Bernardo Ruiz.

Otra de las críticas se centró en el trabajo que viene realizando el equipo de gobierno. Un trabajo que para Carmen Blanco es «producto de la improvisación» a tenor «del poco contenido que va a los plenos, donde se llevan puntos que no han sido debatidos ni vistos con anterioridad para poder aportar». En esta línea se manifestó Manuel Cabrera que apuntó que  «eso de que han llevado a cabo el sesenta por cierto de su programa es otro embrollo, otra manera de engañar al ciudadano. Nos quieren hacer ver lo imposible».

Viraje

Esta situación está llevando a los populares a plantearse la línea estratégica seguida hasta el momento y en el día de ayer ya avisaron, a través de Baldomero García, que » a partir del nuevo curso político nuestra actitud va a ser otra. Ya le hemos dado una tregua suficiente a este equipo de gobierno, pero ya no se puede más porque se está atentando contra aspectos democráticos», algo que fue recalcado por Ventura Redondo que apuntó que «este equipo de gobierno tendrá la legalidad necesaria, pero no la moralidad».

En cuanto a los cambios, García reconoció que en el terreno del PP «intentaremos abrir esta casa a los afiliados y trabajar más la base», y en cuanto al Ayuntamiento empezarán a exigir que se tengan ciertas cosas en cuenta como los tiempos y el modo de las intervenciones en los plenos, tal y como anunciaron en el pleno del lunes, aunque dejó ese cambio pendiente a «la actitud y determinaciones que vaya tomando el equipo de gobierno» al que animó a «conformar esa mayoría de izquierdas de la que hablan» y a «empezar a trabajar».