Se acabaron las medias tintas, las matemáticas a largo plazo, el mirar de reojo lo que hacen los rivales, se acaba la temporada y en un último partido el Club Deportivo Pozoblanco se juega sus opciones en noventa minutos. Al conjunto dirigido por Mario Rojas solo le vale ganar, no hay más vuelta de hoja. De su lado tienen su condición de local ante un Arcos al que le vale el empate ante los blanquillos para quedarse en Tercera División, una afición que, a buen seguro, se entregará otra vez y las ganas de un grupo de jóvenes futbolistas que lleva tantas alegrías como penas en lo que va de campeonato liguero.

El proyecto eminentemente local con el que la directiva quiso rebajar la deuda que atesora tiene su mejor prueba de fuego en un partido (domingo, 12:30 horas) en el que no vale otra cosa que no sea ganar. En el seno de la entidad y del equipo son conscientes de ello, pero quieren sacudirse la presión, sobre todo, a los jugadores y tiran de optimismo para hacer frente al envite final. “La verdad es tal y como se han puesto las cosas tener una última final en nuestra casa y teniendo opciones para mí es una victoria, ahora tenemos que saber aprovecharlo, estar metidos en el partido y hacer las cosas bien”, expuso el técnico Mario Rojas.

Sentado en el banquillo que ocupará el domingo, Rojas alega que “son partidos en los que la parte deportiva se trabaja menos porque llega la acumulación típica a estas alturas de la temporada y lo que hace mucha falta es trabajar psicológicamente para no meter más presión a los jugadores, que también el aficionado consiga hacer eso”. En esa soledad del banquillo, Rojas sigue teniendo claras sus ideas y las opciones del Pozoblanco, para él, pasan por “marcar un tanto rápido”.

Al equipo gaditano le vale el empate, merced al 3-0 cosechado en el partido de la primera vuelta, por lo que el entrenador de los vallesanos espera que “venga con una defensa atrás y cerrada e intentarán hacer contras aprovechando que David Sánchez es un goleador muy bueno”. “Tenemos que tapar a Zúñiga porque nos puede hacer daño en las segundas jugadas”, indicó Rojas para proseguir afirmando que “tenemos que abrir el campo e intentar entrar por las bandas y también parar sus acciones a balón parado porque son peligrosos”. A nadie se le pasa por la cabeza un error como el que se cometió ante la Lebrijana con todo el equipo volcado en el remate y un gol que llegó a la contra.

“Si ellos salen replegados, nosotros tenemos que tener mucha posesión y también es importante tener algunas ocasiones pronto para meterles miedo, tenemos que tener ese ímpetu de querer ir a por el partido y que el miedo y los nervios no nos lo impidan”, explicó. Para ello, Rojas viene trabajando con toda su plantilla y es muy probable que Charaf pueda participar una vez recuperado de sus dolencias físicas. Aunque no quiso descifrar mucho, el técnico expuso que “es probable que el once no varíe demasiado con respecto al que salió en San Roque”.

No se le olvidó al técnico hacer un último llamamiento a la afición pozoalbense, un llamamiento que el equipo al completo viene realizando en las redes sociales porque todos quieren que “el estadio se llene, que venga también gente de la comarca, que los aficionados apoyen a los jugadores, que los animen sin meterles presión, que seamos una piña, estemos todos juntos y ojalá sean ellos quienes nos den ese empujón”.