Un paso hacia atrás como una oportunidad, así se toma el Pozoblanco Fútbol Sala su descenso de Tercera División. Una oportunidad de volver a recuperar sensaciones, protagonismo de jugadores locales y de la comarca y, por lo tanto, identificación con la afición. Con esas premisas volvió la semana pasada el primer equipo de la entidad al trabajo bajo la batuta de Juan Ángel Fernández, que se estrena en el cargo tras la confianza depositada por la junta directiva encabezada por Vicente Morales, que sigue como presidente después de un proceso electoral donde no fue factible el recambio.
El primer día de entrenamiento en el Juan Sepúlveda contó con la presencia de una veintena de jugadores de los que tan solo cuatro tienen ficha asegurada –Tete, Porti, Josete y Rafa Calero-, el resto «tendrán que ganarse el puesto», aseguró el técnico al término del entreno en declaraciones a Canal 54. Un entrenamiento exigente que marcará la línea impuesta por el preparador que tiene claro que «voy a intentar ser exigente en los momentos que toca serlo, que estemos lo más centrados posible».
Juan Ángel Fernández reconoció que «había ganas de empezar» tras unos meses complejos después del descenso del equipo y las semanas de configuración del equipo con llamadas a jugadores que se sumaran al proyecto, que también tuvo su momento de «complicación». También tiene claro que «esto es una oportunidad, para nada un marrón, es un reto personal y vamos a intentar que la gente disfrute lo máximo posible, tanto los jugadores como la afición con gente del pueblo, de la comarca».
Ese, probablemente, será el mayor activo del equipo para la próxima temporada en provincial que arrancará en el mes de octubre. «Lo dije en su día, si descendimos fue por nuestra culpa y, a partir de ahí, hay que aprovechar lo que venga», indicó el técnico para proseguir asegurando que «dije que quería una plantilla del pueblo, de la zona, tengo claro que esto va a provocar que venga más gente al pabellón, lo vemos en los partidos de las categorías inferiores».
La competición, que estará conformada por unos 14-16 equipos, dictaminará sentencia aunque los objetivos están claros. «Se va a intentar hacer lo mejor posible, si a falta de algunos partidos tenemos opciones pues iremos a por todas, pero si no se puede conseguir este año, lo intentaremos el que viene si la junta directiva sigue confiando en nosotros», apostilló Juan Ángel Fernández. Bajo su dirección, el Pozoblanco Fútbol Sala ha comenzado una nueva etapa que no deja de divisar la Tercera División en el futuro, aunque el presente viene marcado por otros retos y apuestas.
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