Restan siete jornadas para que la Primera Andaluza llegue a su fin y el Club Deportivo Pozoblanco, como el resto de equipos, ya anda haciendo cuentas que le cuadren para estar en la nueva División de Honor que aparecerá en 2016/2017 y no caer en el ostracismo de quedarse en la Andaluza configurada como categoría provincial, según la remodelación anunciada y aprobada por la Federación en julio.
El equipo de Rafa Carrasco ocupa en la actualidad la décima posición de la tabla y se encuentra a tres puntos de la posición que marcará el devenir de cada equipo para la próxima temporada, el séptimo. Precisamente esa posición la ocupa la P.D. Rociera, con 45 puntos, y que será el primer rival directo al que se medirá el Pozoblanco para seguir escalando posiciones que le permitan alcanzar su objetivo final.
Ese será uno de los principales obstáculos que tendrán que superar los vallesanos, jugar contra equipos que andan inmersos en su misma lucha. Después del partido de este fin de semana, el Pozoblanco se medirá al San José (5º), Peñarroya (18º), Morón (11º), Ciudad de Lucena (8º), Lora (9º) y La Barrera (12º), equipos con los que le separan un máximo de tres puntos por arriba o por abajo, a excepción de La Barrera y el Peñarroya.
Por tanto, en estas jornadas se intentará romper la igualdad existente a nivel clasificatorio que provoca que en una horquilla de siete puntos se encuentren siete equipos. Tirando de números, en la primera vuelta y atendiendo a los resultados de estos siete últimos encuentros, el Pozoblanco sumó un total de 13 puntos gracias a las victorias ante el San José, el Peñarroya, el Ciudad de Lucena y La Barrera y el empate ante el Morón, dejándose, por tanto, ocho puntos en el camino. Toca la hora de la verdad.
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