Complicado es que un pleno en Hinojosa del Duque se desarrolle sin ningún encontronazo entre los grupos municipales del PSOE y el PP y el de ayer, de carácter extraordinario, no fue una excepción. El orden del día contemplaba una moción en la que los socialistas pedían la dimisión como portavoz de José Fernández (PP) por «actitudes poco respetuosas» hacia las concejalas socialistas durante sus intervenciones en el pleno. Por lo que el lío estaba servido.
La portavoz socialista, María del Carmen Luna, apuntó en defensa de la moción que «cuando interviene lo hace de manera improcedente, discriminatoria por su nuestra condición de mujer, con grosería y descortesía». Una aseveración que tuvo pronta respuesta por el propio Fernández que instó a la concejala socialista a irse al juzgado ya que «el valor de esta moción es cero y no tiene ninguna trascendencia». Fernández dejó claro que no va a dimitir y se quejó de lo que entendía que eran «calumnias».
El cruce de acusaciones no terminó ahí y ambos concejales dejaron patente su falta de entendimiento que incrementó cuando la socialista llamó la atención al popular por estar con el móvil mientras su compañera de filas leía la moción contra la violencia de género.
Acuerdos y reglamento de funcionamiento
A pesar de lo que pudiera parecer ante la tensión latente entre estos dos grupos, hubo puntos que se cerraron con el acuerdo unánime de todos los corporativos. Así, se aprobó la adenda para el convenio de prestación del servicio de ayuda a domicilio que asciende a algo más de 430.000 euros, así como la Cuenta General de 2014 o el convenio de colaboración con la Diputación para la Ruta de la Tapa.
No hubo, sin embargo, acuerdo total en el reglamento que a partir de ahora regulará los plenos en el Ayuntamiento de Hinojosa. Un reglamento que contempla medir los tiempos de intervención para no «eternizar» las sesiones y para evitar «los circos» que se montan y que así mismo calificaron algunos ediles. El tándem PSOE e IU defendió este reglamento, mientras que el PP votó en contra por entenderlo «restrictivo, como una muestra de falta de transparencia y de coartar la libertad de expresión».
El PP se mostró contrario a limitar a veinte minutos el apartado de ruegos y preguntas y que el mismo fuera cerrado por el grupo del equipo de gobierno, ya que hasta la fecha no ha habido límite en ese apartado y después de las respuestas dadas por el grupo del gobierno, la oposición tenía opción de réplica. «Es un mal reglamento que merma a la oposición y que se va a tener que comer cualquier grupo porque en unos años la situación puede cambiar», defendió Fernández antes de emitir su voto en contra.
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