Si los puntos del orden del día del pleno del Ayuntamiento de Pozoblanco del pasado lunes fueron poco sustanciosos, políticamente hablando, no lo fue en cambio, como viene siendo habitual, el turno de ruegos y preguntas. Con variados temas que abordar es más fácil que alguno suscite las suficientes divergencias para que nuestros corporativos y corporativas se enzarcen en alguna discusión. Eso sí, sin perder las formas, porque otra cosa no pero los buenos modales imperan hasta ahora en el Consistorio pozoalbense en esta legislatura. Nada que ver con otras legislaturas donde la tensión se cortaba y los nervios afloraban desde el primer minuto.
Y precisamente fue la primera pregunta del turno que comienza siempre José María Moyano de Cambiemos Pozoblanco-IU, una de las que más juego dio. Se refirió el edil al tan aclamado Slow Music Pozoblanco, no sin antes comentar que le pareció estupendo. La pregunta era obvia: ¿Cuánto ha costado en realidad a las arcas del Ayuntamiento el festival? Moyano indicó que los 43.000 euros de los que se ha hablado es una cifra, como todos ya sabíamos, sin IVA. Además, prosiguió, habría que saber lo que ha costado el personal contratado por el Ayuntamiento, las horas extras de policía local y personal municipal, además de la maquinaria utilizada, focos, generadores y demás elementos.
Tampoco se creía mucho el edil de Cambiemos el impacto económico generado: 500.000 euros según el equipo de gobierno. Y aquí tiró de ironía al sentenciar: «Si sólo nos hemos gastado 43.000 euros y ha habido un impacto económico de 500.000 euros, habría que hacer un festival de este tipo cada semana». Igualmente recelaba de los «300 puestos de trabajo creados», sugiriendo que serían más bien 300 peonadas.
No sólo CP-IU sacó a relucir este tema, también lo hizo la portavoz socialista, Auxiliadora Pozuelo, igualmente recalcando que fue un gran festival (¡ay del que ose criticar algo del mismo!). Lógicamente también se preguntó cuánto ha costado y qué tiene que hacer la oposición para que se les ofrezca la pertinente información.
Le tocó lidiar con este tema al alma mater del Slow Music Pozoblanco, el concejal popular Eduardo Lucena. Y en esto lo vimos un poco slow, lento de reflejos vamos. Después de un cuarto de hora hablando solo dio unas cifras provisionales, insistió en los 43.000 euros (más IVA), la gran repercusión mediática del mismo, los 350 ’empleos’ creados (aceptó peonadas como animal de compañía)… pero no pudo dar el dato definitivo. Eso sí, aseguró que los corporativos tendrían toda la información pertinente, «porque no hay nada que esconder». La consabida transparencia, vamos.
Y si el festival caldeó el salón de Plenos, ya suficientemente recalentado por la temperatura ambiente, la incompatibilidad de la ya ex edil del PP, Mari Ángeles Navarro, acabó por encenderlo.
Comenzó el portavoz de CDeI, Antonio López, quién preguntó a la bancada del equipo de gobierno por qué la concejala saliente incurre en incompatibilidad ahora y no en 2016 cuando también trabajó para Confevap, consorcio participado por el Ayuntamiento de Pozoblanco. El propio Antonio López tuvo que renunciar a un contrato en el Ayuntamiento hace un tiempo, como monitor deportivo, al ser también concejal.
También sacó a relucir este tema la portavoz socialista. Pozuelo exigió que el PP explicara por qué no se había actuado de igual manera que con Antonio López y se preguntó si no había trato de favor en el caso.
Fueron el secretario de la corporación y el propio alcalde, Santiago Cabello, los encargados de responder, aduciendo que ha habido un cambio en la legislación que se había publicado en mayo y al día siguiente se había solicitado a la Junta Electoral que aclarase la situación de Navarro. Tras la contestación de la Junta, indicando que este tema habría de dirimirlo el Pleno, al día siguiente la edil popular presentaba sus renuncia. No lo veía así la portavoz socialista que aseguraba que habría tenido que renunciar antes y que porfió de nuevo con Santiago Cabello llegando a pedir varias veces no ser interrumpida por éste. La cosa no llegó a más.
Por lo demás se sacaron a colación temas ya habituales como las palomas, el ciclo integral del agua o las viviendas del Plan 54, y otros nuevos como la adjudicación de la caseta joven, las infraestructuras deportivas, que sirvieron para que el flamante edil socialista, Bartolomé Cruz, se estrenara, y algunos más. Ah, también pudimos saber por boca del concejal de Pozoblanco en Positivo, Emiliano Pozuelo, que en breve comenzará una nueva etapa en la televisión municipal Canal 54. Estaremos atentos.
Y con el deseo de unas felices vacaciones se despidió el pleno hasta el mes de septiembre. Un pleno que volverá con tan solo cuatro mujeres en su bancada. Aquí lo de la paridad está aún por llegar.
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