Tengo una sobrina que cada vez que le cuento un cuento me dice «otra vez» y cuando vuelvo a terminar, la petición sigue siendo la misma, «otra vez». Hasta yo misma me he leído algunos libros, que no cuentos, varias veces. Siempre saco algo nuevo. De lo que no consigo sacar nada nuevo, ni yo y me aventuro a decir que nadie, es de que una y otra vez nos relaten el mismo cuento en el Ayuntamiento de Pozoblanco. En el último mes hemos tenido unas cuantas ruedas de prensa, unos cuantos comunicados y también un pleno y en todos alguien ha tenido a bien a iluminarnos y contarnos el proceso que se vivió en julio de 2011 con la moción de censura presentada por CDeI y PSOE que acabó con el gobierno de PP y PA. Hay también quien se remonta y nos cuenta lo que ocurrió en las elecciones y, por supuesto, también nos relatan la marcha de Josefa Márquez y la pérdida de mayoría absoluta y las malas relaciones entre el equipo de gobierno y las negociaciones y la lucha por la alcaldía y… tantas cosas que ya sabemos. Ayer sentí durante unos minutos del pleno que mi sobrina de cuatro años estaba allí y dijo en alto «Otra vez». Y otra vez que nos tocó escuchar el cuento.

Eso ocurrió en un apartado de ruegos y preguntas que también tuvo alicientes que ya hemos vivido en otras ocasiones, pero algo más recurrentes. Las puyas entres Benito García y Josefa Márquez son todo un clásico y arrancaron en el orden del día cuando García catalogó una intervención de la que fue su número dos de poco respetuosa y hacerla para «ser la estrella de la noche». La respuesta la emitió Márquez pidiendo al presidente del pleno, Pablo Carrillo, que pidiera respeto a todos los corporativos. Pecata minuta. Porque la «guerra» se recrudeció cuando la concejala no adscrita cuestionó la contratación de Fernando Llagas por el Ayuntamiento -abogado al que se le abona la cantidad de 25.000 euros anuales- y dejó una pregunta en el aire, ¿no estaremos confundiendo lo público con lo privado? Se refería Márquez a que Llagas es el mismo abogado que ya defendió a Benito García en el tema de la alineación y ahora le asesora en el contencioso que tiene abierto ante la querella interpuesta por la propia concejala no adscrita. Cruce de acusaciones que finalizó con García diciendo que quería que la intervención quedara recogida porque «la utilizaré en un futuro próximo».

Vamos con otro clásico, los guiños. Si algo ha quedado claro en el Ayuntamiento de Pozoblanco en estos últimos seis años -por lo menos- es que ni el amigo es tan amigo ni el enemigo tan enemigo y hay que dar una de cal y otra de arena. Benito García le da al Partido Popular en cada intervención de Ventura Redondo, es algo consustancial al propio ritmo del pleno. Pero ayer, el líder del CDeI le hizo un pequeño guiño al partido al que le dio la alcaldía en la legislatura anterior y se la arrebató en ésta. En una de las votaciones, el portavoz del CDeI dijo «siento no votar en esto en el sentido que el PP lo ha hecho». Toma ya. Recogió el guante de los guiños Pablo Carrillo cuando dijo eso de «todavía es un posible una mayoría de izquierdas en asuntos puntuales como se demostró con el presupuesto». Manuela Calero miró hacia otro lado y sonrió cuando desde filas populares se aludió a los dos alcaldes «o a los tres» y las miradas se posaron en Calero que ya se limitó a sonreír porque este cuento es otro cuento repetido.

Batería de problemas

Pero no se vayan a pensar que solo hubo lugar para los pequeños detalles, también hubo espacio para abordar algunas de las cuestiones que vienen importando a los ciudadanos y a sus representantes. Se hizo hincapié en la necesidad de solventar la limpieza de las calles y parques de la localidad, se cuestionó el estado de los proyectos de los huertos familiares, la adjudicación de los lotes de la dehesa, el estado de algunas calles de Pozoblanco que parecen más caminos que calles, se preguntó cuando se va a abordar la reforma del bulevar, se habló de la manifestación de reivindicación para Que Pare el Tren y de las medidas futuras o de la televisión. Muchas preguntas, pocas respuestas. De momento sabemos que los equipos que convierten la señal analógica en digital van a ser comprados, al menos se ha autorizado su compra, que el tema de la limpieza está siendo tratado para hacer el menor daño posible a la empresa, que de los huertos familiares hay que preguntar dentro de dos años cuando se acabe la legislatura y que de otras cuestiones hay que hacerlo en las comisiones a los técnicos correspondientes. Así son las cosas.

Y por último nos enteramos que la crisis del gobierno municipal es casi una cosa inventada por los medios de comunicación y que es a ellos a quien cuestionarle por las discrepancias. Ese es otro cuento, el de matar al mensajero. Se olvida Pablo Carrillo, que fue quien dijo que si los medios son los que han dicho lo de crisis se lo pregunten a ellos, que en los últimos meses han sido unas cuentas ruedas de prensa y comunicados convocadas y emitidos, algunos, desde la formación de la que es secretario general. Vamos, para hacer un debate público por escrito como dijo Manuel Cabrera. Sin acritud, se le echaba de menos.

Ya estoy escuchando a mi sobrina con el otra vez. Me voy a contarle un cuento porque el que acabo de contar me dará una tregua. Hasta septiembre.