Si algo nos demostró el pleno del pasado lunes es que la vida pasa rápido, muy rápido. Emiliano Pozuelo presidió su última sesión ordinaria como alcalde en esta legislatura y anunció que la semana próxima presentará su renuncia para que el día 12 se produzca un pleno donde se tiene que dar cuenta de dicha renuncia y una vez realizado ese trámite, Santiago Cabello ocupará su lugar y tendrá que ser él el que convoque otra sesión donde se produzca la correspondiente votación. El cambio es cuestión de días.
Y con ese cambio llevamos consumida ya la mitad de la legislatura y más allá de balances, lo cierto es que en estos dos años los corporativos poco o nada se han movido de sus posiciones iniciales, o al menos esa es la sensación que se percibe. Vayamos con los ejemplos. Echarle en cara a la oposición, bastante floja y poco contundente en este dos años, que no hagan ciertas preguntas en sesión plenaria y se les emplace a las comisiones es no enterarse mucho de qué va el juego. Demostrar que hay ciertas preguntas que molestan dejan volar la imaginación y producen el efecto contrario al que se espera.
Volvió a demostrar Eduardo Lucena que no le gustan las preguntas relativas al coste de las actividades que realiza cuando los tres grupos de la oposición le cuestionaron sobre los costes del Slow Music. El concejal emplazó a una comisión y a una rueda de prensa que ofrecerá para dar todos los datos pero lo hizo después de poner en duda las simpatías de los concejales de la oposición al proyecto asegurando incluso que «parece que no quieren que Pozoblanco prospere». Y vueltas y más vueltas para no dejar sobre la mesa una cifra que muchos nos preguntamos, aunque sea por mera curiosidad. Se quedaría todo en una anécdota sino fuera porque, supuestamente, estamos en la época de la transparencia. Una transparencia que nos ha costado económicamente pero que dos años después de izar esa bandera aún quedan dudas de la asimilación que los ediles han hecho de la misma. Es lo que tiene coger un único camino y repetirlo hasta la saciedad, las salidas suelen chirriar mucho más.
Así las cosas, un pleno más algunos corporativos demostraron su poca cintura a la hora de afrontar preguntas de la oposición que se quejó en boca de la portavoz socialista, Auxiliadora Pozuelo, de que los grupos que no ejercen labor de gobierno tengan que dar explicaciones de sus preguntas. Ella lo calificó del mundo al revés. Por su parte, José María Moyano también rozó la justificación a algunas de las preguntas realizadas alegando que «no pregunto en las comisiones porque no se nos informa». En definitiva, que al parecer abrir las ventanas no llevó explícito el cambiar algunas actitudes.
¿Temas interesantes en el apartado de ruegos y preguntas? Pues la actuación que al parecer se va a llevar a cabo en la circunvalanción y otras zonas «de Pozoblanco y parte del exterior» reforzándose el firme y que el pliego del ciclo interior del agua «está muy avanzado», según indicó el concejal de Urbanismo, Manuel Cabrera. Por cierto que su compañero, Santiago Cabello, habló de dos figuras anunciadas y que de momento no conocemos: los agentes de barrio y el director de recursos humanos. Todo en proceso y así llevamos… dos años. Y como verán, las preguntas se volvieron a centrar en las concejalías que ostenta la parte popular del equipo de gobierno, algo que también se ha convertido en costumbre en este tramo de la legislatura. Veremos si el cambio de concejalías también implica una variación en el blanco de las preguntas las oposición. Pronto lo comprobaremos porque empieza el segundo tiempo de esta legislatura.
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