La Feria del Jamón de Villanueva de Córdoba volvió a ser escaparate para la promoción de este producto de la gastronomía de la comarca de Los Pedroches, pero también sirvió de análisis de un sector que está en recuperación después del descenso considerable de ventas durante el año 2020 con el cierre del canal Horeca, fundamental para el sector. La crisis sanitaria del Covid-19 lastró a una industria que lamentó una falta de demanda que vino acompañada de un exceso de producto. Esa situación provocó falta de liquidez, pero también se dejó notar en el primer eslabón de la cadena alimentaria, es decir, en el ganadero, con una bajada considerable de los precios. Sin embargo, las sensaciones son totalmente diferentes de cara al último trimestre de este año con unas navidades que se esperan que sean muy positivas para el sector del ibérico una vez que se han dicho adiós a las restricciones sanitarias.
Esa recuperación la certifican desde la Denominación de Origen de Los Pedroches, cuyo secretario, Juan Luis Ortiz, asegura que “las cifras de certificaciones que está teniendo la DO y la de ventas que están teniendo las diferentes empresas en este 2021 están subiendo en todos los meses en la comparativa con el año anterior”, un dato que le lleva a asegurar que “se está viendo una recuperación, el público tiene ganas de consumir nuestro producto”. Todo eso después de que las industrias hayan tenido que gestionar las piezas que se tuvieron que quedar en bodega ante la falta de demanda algo que les supuso “tener menos liquidez, muchas lo han pasado mal, aunque el precio se dejó notar más en los ganaderos”.
El secretario de la DO defiende, igualmente, la calidad de un producto que es capaz de aguantar un año más en bodega y que ahora el consumidor “tomará más viejo, pero eso es algo bueno”. Por lo tanto, las perspectivas de cara a un trimestre fundamental para el sector son “buenas” dada la apertura de la hostelería y el ocio sin restricciones por lo que “se atisba una recuperación clara”. Con todo, el sector sigue mirando al mercado internacional que tras llegar a representar a un 12 por ciento, ahora viene a significar un 8 por ciento del producto amparado. “No siempre es fácil abrirse paso en nuevos países al hablar de un producto que es muy cultural, ligado a nuestra forma de entender la vida”, indicó Ortiz. Con todo, el mundo del ibérico se va abriendo paso y ya tiene importante presencia en países como Italia, Francia, Alemania, Estados Unidos, México o Japón y Tailandia.
Esas buenas sensaciones no tienen su extensión en el campo porque la llegada de la montanera en el mes de noviembre demanda unas lluvias que “son muy necesarias”. “Tenemos un problema muy grave, llevamos años con un gran déficit hídrico y cada año tenemos la losa de que los acuíferos están más bajos, necesitamos meses de mucha agua”, apuntó Ortiz.
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